VALLE DEL RODANO

Los blancos del Valle del Ródano, aunque menos conocidos que sus tintos, representan algunas de las expresiones más fascinantes de la viticultura francesa. En el norte, el Viognier alcanza su máxima expresión en Condrieu, produciendo vinos intensamente aromáticos con notas de albaricoque, flores blancas y miel. Marsanne y Roussanne, especialmente en Hermitage y Saint-Joseph, crean blancos estructurados y complejos con notable capacidad de envejecimiento. El sur ofrece mezclas más ricas y generosas, donde estas variedades se complementan con Grenache Blanc y otras uvas locales. Los diversos suelos y el clima mediterráneo moderado por el Mistral permiten crear blancos únicos que combinan riqueza aromática con frescura y mineralidad.