Cerasuolo d'Abruzzo: el rosado con alma de tinto
Nuestra selección de Cerasuolo d'Abruzzo representa la excelencia de una denominación que ha revolucionado el concepto mismo del vino rosado en Italia. Obtenido principalmente a partir de uvas Montepulciano d'Abruzzo (mínimo 85 %), el Cerasuolo se distingue inmediatamente por su color intenso y brillante que recuerda a las cerezas maduras, de ahí su nombre «cerasuolo» . A diferencia de muchos otros rosados, estos vinos presentan una estructura más sostenida y un carácter decidido que los sitúa en una categoría propia, a medio camino entre la frescura típica de los rosados y la complejidad de los vinos tintos jóvenes. Esta peculiaridad hace del Cerasuolo un vino extremadamente versátil, capaz de acompañar con desenvoltura los platos tradicionales de Abruzzo y no solo.
Un territorio que moldea el carácter
Los Abruzos, con sus fuertes contrastes paisajísticos entre montañas y mar, ofrecen las condiciones ideales para el cultivo de la Montepulciano d'Abruzzo, una variedad de uva que también expresa todo su potencial en su versión rosada. El clima templado, influenciado por la presencia del Adriático y protegido por la cadena de los Apeninos, junto con los suelos ricos en minerales, contribuye a conferir al Cerasuolo un perfil organoléptico único y distintivo. En nariz, estos vinos se distinguen por intensos aromas de fruta roja fresca (cerezas ácidas, cerezas y fresas), acompañados de delicadas notas florales y un ligero toque especiado. En boca sorprenden por su estructura y cuerpo, sostenidos por una viva acidez y una agradable sapidez que realzan su frescura y prolongan su persistencia.
Un rosado para todas las estaciones
La peculiar estructura del Cerasuolo d'Abruzzo lo convierte en un vino extraordinariamente versátil, capaz de ir más allá de la tradicional estacionalidad de los rosados. Su presencia gustativa y su personalidad le permiten acompañar no solo los platos de verano, sino también ser apreciado durante todo el año. Los maridajes ideales van desde los embutidos típicos de Abruzzo, como la ventricina, hasta los quesos frescos, pasando por primeros platos sabrosos, como los maccheroni alla chitarra con ragú de cordero, y segundos platos de pescado guisado o a la parrilla. Es especialmente acertada la combinación con el brodetto alla vastese, plato emblemático de la cocina marinera de Abruzos. Servido a una temperatura de 10-12 °C, ligeramente superior a la de otros rosados, el Cerasuolo revela toda su complejidad aromática y su carácter territorial, confirmándose como uno de los rosados más interesantes y distintivos del panorama enológico italiano.
