FATTORIA NANNÌ

En mi tierra hay una montaña que protege el valle y los castillos que lo rodean. Es bonito tener una pequeña cima en la lejanía, erosionada por un lado, con forma de caparazón de tortuga torcido, que te sirve de faro cuando no tienes el mar. Se llama Monte San Vicino y también se asoma sobre un gran viñedo, al que protege, en la campiña de Apiro. De este viñedo nace el vino de la joven «Fattoria Nannì», pintado por Nina, un balcón verde hacia un faro con forma de roca, que nos dice desde que éramos pequeños qué tiempo hará, de qué color estará el cielo, todo lo que se ve y no se ve, y en qué parte encontrarás la luna»: estas son las palabras pronunciadas directamente por Roberto Cantori. Palabras casi poéticas, que nos llevan idealmente de la mano, invitándonos a descubrir la «Fattoria Nannì».

Nos encontramos precisamente en Apiro, en la comarca de Arsicci, en la provincia de Macerata, en Las Marcas. Aquí es donde se encuentran las aproximadamente 19 hectáreas de la «Fattoria Nannì», tres de las cuales están plantadas con viejas cepas de verdicchio. En terrenos puramente calcáreos, a una altitud de unos quinientos metros sobre el nivel del mar y disfrutando de un microclima caracterizado por fuertes variaciones térmicas, muy valiosas para desarrollar el aroma de las uvas, se cosechan racimos sanos, sinceros y concentrados en cada pequeño matiz organoléptico.

En la bodega se trabaja por microvinificaciones, con masas separadas que finalmente se ensamblan, después de haber sido elaboradas siguiendo una filosofía que permite la mínima intervención artificial.

Así es como toma forma «Origini», Verdicchio dei Castelli di Jesi Classico Superiore, etiqueta que acompaña a «Nena e Vincè», Vino e Visciole, que representa la tradición más antigua de Las Marcas. Los vinos de Roberto Cantori hablan de verdad y realidad, con un lenguaje directo y franco, inmediato y nunca previsible, fruto de la mejor enología regional y no solo. Vinos que no hay que perderse.