Prunotto

Fue a principios del siglo XX, concretamente en 1904, cuando se fundó la bodega "Ai Vini delle Langhe" en Serralunga d'Alba, pero tras algo menos de veinte años empezó a tener graves problemas presupuestarios y se puso en liquidación. En 1922, Alfredo Prunotto decidió hacerse cargo de la empresa, dándole al mismo tiempo su propio nombre. A partir de entonces, añada tras añada, el éxito fue ininterrumpido y la bodega Prunotto comenzó a exportar vinos a todo el mundo. En 1954, el propio Alfredo Prunotto decidió vender la empresa a su amigo, el experto en vinos Beppe Colla, quien a su vez, cuarenta años después, en 1994, optó por vender la bodega a la familia Marchesi Antinori.
En la actualidad, la finca Prunotto abarca una superficie total de unas cincuenta hectáreas de viñedo, distribuidas entre algunas de las mejores zonas vitivinícolas del Piamonte, como Bussia, Bric Turot y Costamiole. Entre las hileras de vides, las cepas se cuidan con rigor y constancia, se crían como si fueran niños y se cultivan con pleno respeto al medio ambiente, a la naturaleza y al ecosistema. En la bodega, aunque podemos contar con las más modernas tecnologías enológicas, el objetivo principal sigue siendo siempre el de potenciar y exaltar lo que la estación y el territorio han sabido expresar en el fruto.
Es así como la bodega Prunotto llega a proponer una importante gama de etiquetas, dividida entre la línea clásica y la línea de selecciones, esta última creada para exaltar los crus individuales. De Barolo a Barbaresco, pasando por Grignolino, Roero y Moscato d'Asti, se llega a Barbera y Dolcetto: es así como, distinguidos por uno de los nombres más prestigiosos y renombrados del Piamonte, los vinos Prunotto se han convertido, desde hace años, en célebres intérpretes de algunas de las denominaciones más prestigiosas del Piamonte y más allá, demostrando ser profundamente elegantes y extremadamente refinados.