TANCA GIOIA

Fue una noche de hace veinte años, en medio del mar, en un velero: suena a poesía pero es la realidad. Aquella noche, las olas trajeron la iluminación y nació la idea de fundar una bodega en Carloforte, en la isla de San Pietro, en Cerdeña. De la idea al hecho, y mediante el duro trabajo de las manos y el sudor de la frente, pasando días enteros bajo el sol abrasador, nació la bodega Tanca Gioia, y con ella la línea de vinos "U-Tabarka", nombre vinculado a la famosa ciudad tunecina que fue colonia genovesa, luego en 1738 abandonada por los pescadores, que optaron por refugiarse en la isla de San Pietro. En el año 2000, el vermentino y el carignano fueron las dos primeras variedades plantadas, seguidas del nasco aromático, el moscato di Calasetta y el "bovaleddu", o pequeño bovale. En un microclima dominado por el sol, el mar, la sal y el viento, los viñedos, situados en el centro de la isla, están divididos en dos parcelas distintas que abarcan una superficie total de unas diez hectáreas. En suelos secos y arenosos, próximos al maquis mediterráneo, se cultivan vides en libertad, que producen frutos mucho más fragantes y concentrados que las vides injertadas. En la bodega, estas uvas se explotan plenamente por su identidad intrínseca, de modo que la intervención humana se limita al máximo y cada añada puede expresarse por lo que el sol, el viento, el mar y la estación le han dado. El resultado son vinos como Giancu, Ventou de Ma y Perdigiournou, Roussou, Ciu Roussou y Tabarkino, y finalmente Flamingo, Quae y Seianna. Etiquetas, las producidas por la bodega Tanca Gioia, únicas en su género, ricas en sapidez y mineralidad, luego elegantes e intensas en perfume, finalmente con un fuerte carácter en sabor. En definitiva, unos vinos sencillamente excelentes.