El Riesling representa la quintaesencia de la expresión vitícola, un varietal que trasciende las fronteras del vino para convertirse en un fenómeno cultural. Mientras España venera la Garnacha por su capacidad de transmitir el terruño, el Riesling eleva esta virtud a niveles casi metafísicos, especialmente en sus viñedos históricos, donde cada parcela cuenta una historia diferente del mismo territorio.
En las escarpadas laderas del Mosela, donde los viticultores trabajan en pendientes tan pronunciadas que requieren sistemas de monorraíl para la vendimia, el Riesling alcanza su expresión más dramática. Estos viñedos heroicos, muchos centenarios y pre-filoxéricos, producen vinos de una precisión casi quirúrgica. Sobre los suelos de pizarra azul, el varietal desarrolla una mineralidad tan pura que parece destilar la esencia misma de la roca.
Lo que cautiva a los coleccionistas más exigentes es la extraordinaria capacidad de envejecimiento del Riesling. Si los grandes blancos de Rioja nos han enseñado el potencial de guarda de los blancos españoles, el Riesling lleva esta cualidad a otro nivel. Sus aromas juveniles de lima y melocotón evolucionan hacia notas de hidrocarburos (el famoso "petróleo", químicamente identificado como TDN), miel de acacia y pan tostado. Un Riesling con cuatro décadas puede competir en complejidad con los vinos más prestigiosos del mundo.
El espectro aromático del Riesling desafía la lógica enológica tradicional. ¿Cómo puede un solo varietal expresar con tanta precisión el mango verde en Australia, el limón confitado en Alsacia y la manzana reineta en Alemania? Esta versatilidad lo convierte en un aliado excepcional en la mesa, tan cómodo acompañando una mariscada gallega como un curry tailandés o un foie gras.
El cambio climático está reescribiendo actualmente la geografía del Riesling. Viñedos históricamente "demasiado fríos" producen hoy vinos de una madurez perfecta, mientras emergen nuevos terroirs en zonas inesperadas, desde las alturas de Nueva Zelanda hasta las estribaciones de los Andes argentinos.
La relación del Riesling con la podredumbre noble merece especial atención. Cuando el Botrytis cinerea se desarrolla en condiciones ideales, transforma las uvas en auténticas joyas concentradas. Los resultantes Beerenauslese y Trockenbeerenauslese se encuentran entre los vinos más raros y codiciados del mundo. El Eiswein, cosechado con temperaturas bajo cero, representa la máxima expresión de la concentración natural.
Nuestra selección recorre todo el espectro del Riesling: desde los precisos Grosses Gewächs hasta los nobles dulces, desde las expresiones tradicionales hasta las interpretaciones modernas. Cada botella es un testimonio de este varietal excepcional que continúa fascinando a los más exigentes conocedores del vino.
La colección que presentamos abarca desde los icónicos productores del Mosela hasta las interpretaciones más innovadoras del Nuevo Mundo, cada uno aportando su propia visión de este noble varietal. Una selección que refleja tanto la tradición centenaria como la evolución constante de uno de los grandes varietales blancos del mundo.
