Nuestra colección: La Toscana blanca por descubrir
Bienvenidos a la selección de Tannico dedicada a los vinos blancos toscanos, joyas que a menudo quedan ocultas a la sombra de los famosos tintos de la región. Hemos recopilado para ustedes lo mejor de una producción que sorprende por su frescura, mineralidad y carácter territorial. Cada botella de nuestra colección cuenta una faceta inesperada de la Toscana vinícola: desde las colinas de San Gimignano hasta las brisas marinas de la costa, pasando por territorios menos conocidos pero con una extraordinaria vocación para las uvas blancas.
Las variedades protagonistas: tradición y territorialidad
La Vernaccia di San Gimignano, primer vino italiano en obtener la DOC en 1966, representa la aristocracia de los blancos toscanos con su perfil sabroso y estructurado. El Vermentino expresa su alma marina en la costa toscana, regalando vinos de gran frescura y aromas. El Trebbiano, a menudo subestimado, encuentra en manos de los mejores productores una nueva dignidad, mientras que variedades como Ansonica, Malvasia y Viognier completan un mosaico varietal sorprendentemente rico para una región famosa por sus tintos.
Los maestros del blanco toscano: excelencia e innovación
La Vernaccia encuentra intérpretes excepcionales en productores como Montenidoli, capaces de realzar su estructura y longevidad. En la costa, Le Macchiole eleva el Vermentino a vinos de carácter internacional. Innovadores como Fontodi y Antinori han demostrado la vocación de algunas zonas para variedades internacionales, mientras que pioneros como Castello di Ama han redescubierto el potencial de las variedades autóctonas olvidadas, contribuyendo al renacimiento de los vinos blancos toscanos.