Un Tesoro de la Antigua Roma
La Falanghina, una de las variedades más cautivadoras del sur de Italia, nos transporta a los tiempos de la antigua Roma. Este noble varietal encuentra su máxima expresión en los suelos volcánicos de la Campania, especialmente en las zonas de Benevento y los Campi Flegrei, donde la rica mineralidad del terreno y las brisas mediterráneas crean un microclima único.
Carácter Volcánico
Los suelos de origen volcánico imprimen en la Falanghina una personalidad única. La combinación del cálido sol campaniano con la influencia marítima da lugar a vinos de extraordinaria complejidad aromática. En nariz, despliega un abanico de aromas que van desde los cítricos maduros hasta el melocotón blanco, con delicadas notas de hierbas mediterráneas.
La huella mineral, herencia directa de los suelos volcánicos, aporta una estructura y complejidad distintivas. La influencia del mar añade un toque salino refrescante que equilibra perfectamente la natural riqueza del vino. Las notas de jazmín y flor de azahar se entrelazan con matices de pera madura, mientras que el terruño volcánico aporta una característica mineralidad ahumada en el final.
Maridaje Mediterráneo
La vivacidad natural de la Falanghina la convierte en el compañero ideal para la cocina mediterránea. Su equilibrada acidez y sutil salinidad hacen maravillas con los mariscos frescos del Mediterráneo y los pescados a la parrilla. Brilla especialmente cuando acompaña un arroz marinero, donde su mineralidad realza los sabores del mar, o junto a unas simples verduras de temporada asadas, permitiendo que su carácter volcánico complemente los sabores naturales de los productos. Los toques cítricos y la frescura del vino equilibran perfectamente los platos más untuosos de la cocina marinera española, creando armonías gastronómicas memorables.
