PAGANI DE MARCHI
Fue a finales del siglo pasado, concretamente en 1996, cuando se decidió plantar viñedos en los terrenos que rodean la casa de vacaciones en el campo. Así nació la empresa agrícola "Pagani de Marchi", que en Casale Marittimo, en la provincia de Pisa, cultiva unas cinco hectáreas de viñedos repartidos entre las variedades Sangiovese, Merlot y Cabernet Sauvignon.
Inmediatamente después de la primera cosecha, quedó claro que las uvas de los nuevos viñedos eran capaces de producir vinos de considerable intensidad. El cuidado y la atención dedicados a las plantas y el meticuloso trabajo en la bodega completaron el cuadro y permitieron alcanzar poco a poco unos estándares de calidad elevados que se han mantenido durante años.
La pequeña superficie de la finca es ideal para seguir las hileras de vides en cada etapa, desde la brotación hasta la cosecha. Mediante la adopción de estrictas normas agronómicas, que desde 2009 se ajustan a la filosofía de la agricultura ecológica, el viñedo muestra el máximo respeto por el medio ambiente, la naturaleza, la biodiversidad y el ecosistema, de modo que, cosecha tras cosecha, las uvas que se recogen son puntualmente apreciadas y concentradas en todos sus mínimos matices organolépticos.
Las uvas Sangiovese, Merlot y Cabernet se vinifican como monovarietales o en mezclas, y recientemente se ha añadido a la familia un vino blanco elaborado con un monovarietal de Vermentino.
Al pasar del viñedo a la bodega, uno se encuentra con el inestimable asesoramiento del enólogo Attilio Pagli, presente en la bodega desde el principio y capaz de hacer una contribución casi fundamental para obtener vinos de calidad y personalidad. Siguiendo cuidadosamente cada paso de la producción, nunca se pierden de vista los más altos estándares, y la materia prima se procesa en un intento de sacar todo lo que la temporada y la tierra han sido capaces de expresar en las uvas.
Así, tenemos "Casa Nocera" y "Casalvecchio", "Casalvecchio in Anfora" y "Principe Guerriero", "Olmata", "Montaleo" y "Blumea", sin olvidar la Grappa: etiquetas que hablan de la Toscana más bella en materia de vinos.
Inmediatamente después de la primera cosecha, quedó claro que las uvas de los nuevos viñedos eran capaces de producir vinos de considerable intensidad. El cuidado y la atención dedicados a las plantas y el meticuloso trabajo en la bodega completaron el cuadro y permitieron alcanzar poco a poco unos estándares de calidad elevados que se han mantenido durante años.
La pequeña superficie de la finca es ideal para seguir las hileras de vides en cada etapa, desde la brotación hasta la cosecha. Mediante la adopción de estrictas normas agronómicas, que desde 2009 se ajustan a la filosofía de la agricultura ecológica, el viñedo muestra el máximo respeto por el medio ambiente, la naturaleza, la biodiversidad y el ecosistema, de modo que, cosecha tras cosecha, las uvas que se recogen son puntualmente apreciadas y concentradas en todos sus mínimos matices organolépticos.
Las uvas Sangiovese, Merlot y Cabernet se vinifican como monovarietales o en mezclas, y recientemente se ha añadido a la familia un vino blanco elaborado con un monovarietal de Vermentino.
Al pasar del viñedo a la bodega, uno se encuentra con el inestimable asesoramiento del enólogo Attilio Pagli, presente en la bodega desde el principio y capaz de hacer una contribución casi fundamental para obtener vinos de calidad y personalidad. Siguiendo cuidadosamente cada paso de la producción, nunca se pierden de vista los más altos estándares, y la materia prima se procesa en un intento de sacar todo lo que la temporada y la tierra han sido capaces de expresar en las uvas.
Así, tenemos "Casa Nocera" y "Casalvecchio", "Casalvecchio in Anfora" y "Principe Guerriero", "Olmata", "Montaleo" y "Blumea", sin olvidar la Grappa: etiquetas que hablan de la Toscana más bella en materia de vinos.
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