VELIER
Velier es una de las mayores y más importantes empresas italianas de importación y distribución de licores, bebidas espirituosas y vinos de calidad.
Fundada a mediados del siglo pasado, concretamente en 1947, la empresa comenzó su andadura en Génova y al principio se especializó exclusivamente en la importación de licores. Más tarde, el enfoque se amplió a los vinos y, más tarde aún, el negocio comenzó a seleccionar barriles de whisky y ron, que luego se embotellaron y comercializaron con su propia marca.
Luca Gargano, propietario de Velier junto con su hermano Paolo, es el responsable de la creación del protocolo mundial "Triple A", que establece normas precisas para la producción de vinos naturales, alejándose de la producción tecnológica e industrial. Y así nos encontramos hoy hablando de una realidad que parece casi ligada a Cristóbal Colón, que también fue genovés e indomable explorador, y que parece haber legado algo de su ADN a sus compatriotas. Volviendo a los Velier, si bien el sector es el de los licores, los vinos y las bebidas espirituosas desde hace unos sesenta años, la familia está activa en el comercio desde hace más de un siglo, habiéndose dedicado anteriormente al sector textil.
En la actualidad, este compromiso no está orientado única y exclusivamente al beneficio, sino que se centra sobre todo en la calidad de los productos seleccionados, con el fin de conquistar y satisfacer a los clientes con los paladares más refinados, así como a los conocedores más exigentes, aquellos que no se detienen en las propuestas más comerciales y estandarizadas, sino que van en busca de algo que consiga transmitir emociones más importantes.
Un compromiso continuo y constante dirigido a un futuro en el que la máxima calidad sea la luz que guíe la orientación en un mercado hecho de mediocridad. Pero eso no es todo: una apuesta que también va más allá de los vinos, los espirituosos y los licores, habiendo aterrizado recientemente en el sector editorial, con propuestas siempre temáticas e inherentes a los espirituosos y la enología. En definitiva, un compromiso que se renueva día a día, hacia un futuro hecho de iniciativa, excelencia y calidad.
Fundada a mediados del siglo pasado, concretamente en 1947, la empresa comenzó su andadura en Génova y al principio se especializó exclusivamente en la importación de licores. Más tarde, el enfoque se amplió a los vinos y, más tarde aún, el negocio comenzó a seleccionar barriles de whisky y ron, que luego se embotellaron y comercializaron con su propia marca.
Luca Gargano, propietario de Velier junto con su hermano Paolo, es el responsable de la creación del protocolo mundial "Triple A", que establece normas precisas para la producción de vinos naturales, alejándose de la producción tecnológica e industrial. Y así nos encontramos hoy hablando de una realidad que parece casi ligada a Cristóbal Colón, que también fue genovés e indomable explorador, y que parece haber legado algo de su ADN a sus compatriotas. Volviendo a los Velier, si bien el sector es el de los licores, los vinos y las bebidas espirituosas desde hace unos sesenta años, la familia está activa en el comercio desde hace más de un siglo, habiéndose dedicado anteriormente al sector textil.
En la actualidad, este compromiso no está orientado única y exclusivamente al beneficio, sino que se centra sobre todo en la calidad de los productos seleccionados, con el fin de conquistar y satisfacer a los clientes con los paladares más refinados, así como a los conocedores más exigentes, aquellos que no se detienen en las propuestas más comerciales y estandarizadas, sino que van en busca de algo que consiga transmitir emociones más importantes.
Un compromiso continuo y constante dirigido a un futuro en el que la máxima calidad sea la luz que guíe la orientación en un mercado hecho de mediocridad. Pero eso no es todo: una apuesta que también va más allá de los vinos, los espirituosos y los licores, habiendo aterrizado recientemente en el sector editorial, con propuestas siempre temáticas e inherentes a los espirituosos y la enología. En definitiva, un compromiso que se renueva día a día, hacia un futuro hecho de iniciativa, excelencia y calidad.
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