PIERO BUSSO

La bodega Piero Busso fue fundada en 1948 por el padre de Piero, Guido, y desde el principio las intenciones de la empresa fueron claras: producir vinos que den voz al territorio. Estamos en Neive, en la provincia de Cuneo, donde los vinos de Piero Busso siempre se han creado con el objetivo último de potenciar las características especiales de las uvas, sin desvirtuar su carácter y, sobre todo, sin ceder a la tentación de forzar demasiado su mano. A finales de los años 70, tras la prematura muerte de Guido, Piero se hizo cargo del negocio y en 1982 produjo la primera botella de Barbaresco "Albesani". Más tarde, con la compra de nuevos Cru, nació el Barbaresco "Bricco Mondino" y en 1999 el Barbaresco "Gallina".
Es a través y gracias a Barbaresco que la bodega de Piero Busso ha escrito siempre su historia y su idea del vino, con gran respeto por todas aquellas sugerencias que marcan el espíritu del territorio. En 2010, entonces, en memoria de Guido, que había creído firmemente en el Cru "Albesani", nació el Barbaresco "Albesani Viti Vecchie", producido a partir de uvas de viñas plantadas en los años 50.
En la actualidad, la empresa cuenta con la certificación ecológica y a Piero se unen sus hijos Pierguido y Emanuela; por tanto, todo es familiar, desde el trabajo en el viñedo hasta la vendimia, pasando por la vinificación y la venta.
Con sus 10 hectáreas de viñedos, la empresa de Piero Busso sigue elaborando vino como antaño, sin excesiva tecnología y con mano ligera; cada botella tiene su propia voz, cercana al coro de las hermanas pero única.
De hecho, el vino está vivo, cambia y es diferente con cada cosecha; lo que Piero Busso y su familia tratan de hacer es preservar las pequeñas diferencias, ayudando a que cada vino exprese toda su autenticidad.

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