DISTILLERIA GIOVI

"Empecé con 48 kg de manzanas, un equipo experimental y toda la pasión que puede convertir una afición en una verdadera vocación. Aprendí leyendo y probando. Como se hacía antes. Destilando orujos que obtenía visitando los lagares de las bodegas vecinas, experimentando con técnicas nuevas y diferentes, construyendo mis propios alambiques y amándolos tanto como se pueden amar las propias creaciones. Todo ello para poder encontrar el método, la técnica más adecuada para obtener ese resultado perfecto que es la restitución de un sabor y un aroma inconfundibles. Así nació la Destilería Giovi. Con la intención de no renunciar nunca a la búsqueda continua de la calidad, de no renunciar nunca al cuidado y al amor con los que, desde el principio, me he dedicado a este trabajo": nos pareció simplemente acertado citar textualmente las palabras de Giovanni la Fauci. Palabras que también se pueden leer íntegramente en la web corporativa de Distilleria Giovi, pero sobre todo palabras que transmiten todo el amor y la pasión por su trabajo. Fundada en 1987 y situada en Valdina, en la provincia de Messina, Distilleria Giovi, con vistas a las islas Eolias en la distancia, disfruta de un microclima caracterizado por las suaves brisas del mar Tirreno. Al elegir única y exclusivamente las mejores materias primas producidas a kilómetro cero, todo lo demás es "automático", y el resultado son destilados que reproducen plena y armoniosamente todas las peculiaridades de la misma materia prima, potenciando al mismo tiempo su aromaticidad y olores. Utilizando un alambique discontinuo al baño maría, con algunos componentes adaptados a las necesidades, todos los procesos de producción se controlan escrupulosamente. Las "cabezas" y las "colas" se descartan y cada "trituración" dura unas cuatro o cinco horas. Tras la destilación, cada destilado se deja madurar en acero inoxidable entre seis y ocho meses, y luego se diluye con agua de manantial de montaña para conseguir la graduación alcohólica deseada. Un nuevo refinamiento en la botella antes de la comercialización completa el cuadro. Eso es: calidad, selección y máximo cuidado, y luego pasión, amor y dedicación. Desde brandies hasta grappas y licores: etiquetas fabulosas.