BUSHMILLS

Activa desde hace más de cuatro siglos, la destilería de Bushmills, aunque fue fundada oficialmente en 1784, es la destilería de whisky más antigua del mundo, ya que algunos documentos históricos atestiguan la concesión de la destilación en el año 1608. Nos encontramos en la costa norte de Irlanda, no lejos del río Bush: aquí se emplea a un grupo de amigos (más que a trabajadores) para llevar a cabo las actividades de la destilería, literalmente el corazón palpitante del país del mismo nombre. Para entender el calado de la empresa de la que hablamos, recordemos que a mediados del siglo XIX la corona británica impuso un impuesto sobre la cebada malteada a todas las destilerías irlandesas, la mayoría de las cuales empezaron a sustituir la cebada por maíz u otros granos inferiores para evitar el impuesto. Esto no ocurrió en Bushmills, que siguió produciendo whisky de malta única con malta de cebada, como sigue haciendo hoy en día.
Teniendo esto en cuenta, es fácil entender la filosofía empresarial de la destilería Bushmills, que, sin embargo, se ha enfrentado a muchas adversidades a lo largo de los siglos. Además de los numerosos cambios de propiedad, sólo hay que pensar, por ejemplo, en el incendio de 1885, que destruyó toda la estructura, sin considerar, por supuesto, la época de la prohibición.
Resistiendo incluso a los acontecimientos más adversos, Bushmills disfrutó de una época dorada a partir de 1950, durante la cual sus whiskies también se hicieron populares gracias a películas clásicas y a exitosas campañas publicitarias. Una tradición que sigue renovándose sin interrupción, fuerte en sus más de cuatrocientos años de historia. Así, empezando por "The Original" y terminando por "Black Bush", sin olvidar por supuesto los otros Single Malts de 10, 16 y 21 años, nos encontramos ante Whiskies de excelencia garantizada: destilados que alcanzan los más altos estándares de calidad, capaces de regalar verdaderas emociones sin ambages.