BIRRIFICIO LAMBRATE
El Birrificio Lambrate, fundado en 1996, produce, ayer como hoy, sólo cervezas crudas no pasteurizadas y absolutamente libres de conservantes.
Agua, malta, lúpulo, levadura, mucha pasión y atención: estos son los únicos ingredientes, pero se eligen y seleccionan con mucho cuidado porque sólo con materias primas de calidad y una pizca de creatividad, que ciertamente no falta, es posible crear un producto verdaderamente único y original.
Las cervezas, cada una con su propio sabor y personalidad, son numerosas, con ediciones especiales adaptadas a las distintas estaciones. El amor por la cerveza y el deseo de experimentar han empujado a los chicos de Birrificio di Lambrate a lo largo de los años a crear nuevas recetas, descubrir nuevos matices y alquimias, con el deseo y la determinación de mejorar cerveza tras cerveza. Es una bonita historia que contar, una historia de éxito construida en un barrio de Milán que llama la atención por la altísima calidad de las cervezas que ofrece. Por eso, nada mejor que escuchar las palabras de los directamente implicados, que presentan así su empresa: "en 1996, cuando Birrificio Lambrate sacó su primera cerveza, había tres socios, se producían dos cervezas con una planta de 150 litros y el local abría cada dos días. Hoy en día hay cinco miembros, además de una amplia plantilla, se producen muchas cervezas y la planta tiene una capacidad de veinte hectolitros. Alessandra, Fabio, Paolo, Davide y Giampaolo: estos son los nombres, cada uno con su propia misión, algunos en la administración, otros en la cocina, otros en el bar y otros produciendo la cerveza". Hoy, más de veinte años después de la fundación de la cervecería, ya sea Pilsner, Ale, Ipa, Stout, Lager o Blanche, la lista de cervezas producidas por Birrificio Lambrate es muy larga, pero sobre todo, aún queriendo dejar que la voz de los chicos de Via Golgi en Milán hable por sí misma, recordamos que: "La producción de cerveza artesanal es un proceso largo y emocionante que requiere conocimientos, pasión y atención, talento e imaginación".
Agua, malta, lúpulo, levadura, mucha pasión y atención: estos son los únicos ingredientes, pero se eligen y seleccionan con mucho cuidado porque sólo con materias primas de calidad y una pizca de creatividad, que ciertamente no falta, es posible crear un producto verdaderamente único y original.
Las cervezas, cada una con su propio sabor y personalidad, son numerosas, con ediciones especiales adaptadas a las distintas estaciones. El amor por la cerveza y el deseo de experimentar han empujado a los chicos de Birrificio di Lambrate a lo largo de los años a crear nuevas recetas, descubrir nuevos matices y alquimias, con el deseo y la determinación de mejorar cerveza tras cerveza. Es una bonita historia que contar, una historia de éxito construida en un barrio de Milán que llama la atención por la altísima calidad de las cervezas que ofrece. Por eso, nada mejor que escuchar las palabras de los directamente implicados, que presentan así su empresa: "en 1996, cuando Birrificio Lambrate sacó su primera cerveza, había tres socios, se producían dos cervezas con una planta de 150 litros y el local abría cada dos días. Hoy en día hay cinco miembros, además de una amplia plantilla, se producen muchas cervezas y la planta tiene una capacidad de veinte hectolitros. Alessandra, Fabio, Paolo, Davide y Giampaolo: estos son los nombres, cada uno con su propia misión, algunos en la administración, otros en la cocina, otros en el bar y otros produciendo la cerveza". Hoy, más de veinte años después de la fundación de la cervecería, ya sea Pilsner, Ale, Ipa, Stout, Lager o Blanche, la lista de cervezas producidas por Birrificio Lambrate es muy larga, pero sobre todo, aún queriendo dejar que la voz de los chicos de Via Golgi en Milán hable por sí misma, recordamos que: "La producción de cerveza artesanal es un proceso largo y emocionante que requiere conocimientos, pasión y atención, talento e imaginación".
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