Schloss Johannisberg

Al ver su ubicación única en la cima de una colina aislada en el Rheingau, rodeada de viñedos, con el río fluyendo tranquilamente en las cercanías, Schloss Joannisberg parecería la realización de algún dibujo infantil, de esos que todo el mundo ha hecho. Sin embargo, no hay ninguna ostentación en esa posición de mando: Johannisberg aparece y es un monumento a la cultura del vino mundial, Johannisberg es la Arcadia del Riesling del Rin, hasta el punto de que en varias regiones del llamado Nuevo Mundo del Vino también se le conoce como "Johannis-berger". El "Rüssling", que fue sede de un monasterio benedictino, se extendió desde aquí a Europa Central en el siglo XVIII. Fue aquí donde nació oficialmente el primer Spätlese Riesling en 1775, ya que los retrasos burocráticos de la época obligaron a aplazar la cosecha, en gran parte botritizada (también se sentaron las bases para la producción de BA y TBA cuando se conocieron las virtudes de la botrytis cinerea). Miembro de la asociación VDP, Schloss Johannisberg -el productor de Riesling más antiguo del mundo- produce una gama de vinos de quintaesencia a partir de sus 35 hectáreas de terreno, desde Trocken hasta TBA. Criados en acero inoxidable y en barricas de madera procedentes exclusivamente de los propios bosques del Schloss, son vinos que hasta hace no más de un siglo eran prerrogativa de la aristocracia, desde los zares hasta los Habsburgo (cuyos descendientes siguen teniendo derecho a una décima parte de la producción anual), vinos intemporales en un doble sentido: portadores del inimitable terruño del Schloss, resistentes a la sucesión de modas, entre los blancos más longevos que existen, especialmente los tipos secos.