Miraval

Brad Pitt y Angelina Jolie son los nombres que están detrás de Château Miraval, una finca situada en Francia, en pleno corazón de la Provenza, a pocos kilómetros del antiguo pueblo de Correns.
La finca tiene una superficie total de unas sesenta hectáreas y, gracias a la voluntad de los dos famosos actores que la compraron en 2008, en la actualidad está dirigida por la familia Perrin, otro nombre importante en el ámbito de la viticultura y la enología, uno de los más importantes y reconocidos en el valle del Ródano y en la AOC de Châteauneuf-du-Pape.
Mourvedre, cinsault, garnacha, syrah y counoise: son las variedades de vid que se cultivan en suelos arcillosos y calcáreos, y que se interpretan en vinos de altísima calidad, entre los que destaca sin duda el rosado, no por casualidad el tipo más típico y característico de la Provenza.
Entre las filas, la atención agronómica es máxima, y cada decisión se toma en nombre del respeto al medio ambiente, a la naturaleza, al ecosistema y a la biodiversidad, de modo que el objetivo primordial es poder mantener un equilibrio perfecto entre cada planta, para cosechar uvas puras, sanas, ricas y concentradas.
En la bodega, la filosofía que se sigue no dista mucho de la que se aplica en el viñedo, por lo que la búsqueda de los más altos estándares de calidad es constante, así como la continua puesta en valor de la materia prima, que en los procesos se exalta resaltando todo lo que la estación y el territorio han venido a expresar en el fruto.
Las etiquetas, las que llevan el nombre "Miraval" encima, son ciertamente glamurosas y de diseño, pero al mismo tiempo son también sinónimo de vinos que nacen en el respeto de las más antiguas tradiciones locales, dando a la copa la verdadera esencia de un territorio que, en materia de vinos, tiene ciertamente mucho que ofrecer.