Tenute Chiaromonte

"Mis padres me enseñaron que la tierra está hecha palma a palma: significa que lo que puede dar una palma de tierra no es igual a lo que puede dar la otra palma. Me gusta pensar que la diversidad es una riqueza y un valor que aumenta y mejora el trabajo del hombre". Con estas palabras se presenta Nicola Chiaromonte, que en 1998 tomó las riendas de la empresa familiar, comenzando a gestionar una compañía que ha pasado de padres a hijos durante generaciones. La historia de las fincas Chiaromonte comenzó en 1826, y a partir de una pequeña empresa agrícola puede contar ahora con una superficie de más de treinta hectáreas, de las cuales unas 27 están plantadas de vid. Estamos en Puglia, en las tierras de Acquaviva delle Fonti, en la provincia de Bari: es aquí donde, sobre suelos calcáreos ricos en minerales, arcilla y tierra roja, crecen viñas viejas, en forma de arbusto, con plantas que pueden superar los cien años. Entre las hileras de viñedos, los métodos utilizados se ajustan a las normas de cultivo ecológico -con algunas incursiones biodinámicas- y el respeto por el medio ambiente y la atención a cada detalle están constantemente presentes. Entre muros de piedra seca y grandes olivares, son las uvas Primitivo las que dominan los viñedos de las fincas de Chiaromonte, donde, sin embargo, también se encuentran Aglianico y Fiano Minutolo, esta última una variedad autóctona capaz de ofrecer grandes sorpresas. Los racimos de valor extremo dan lugar a vinos literalmente espléndidos, joviales y exuberantes, tan intensos en sus perfumes como extraordinarios en su frescura. En la bodega se sigue una filosofía de producción tradicional, pero esto no ha inhibido el espíritu innovador de Nicola Chiaromonte, siempre activo en la continua investigación y experimentación llevada a cabo sobre los métodos de fermentación, las técnicas de vinificación y los tipos de envejecimiento. Así nacen, con el objetivo de alcanzar los más altos estándares de calidad, excelentes etiquetas: Elè, Nigredo y Kimia, Donna Carlotta y Chiaromonte Riserva, hasta la insuperable Muro Sant'Angelo Contrada Barbatto, campeona temporada tras temporada de importantes reconocimientos y premios otorgados por los más afamados críticos del sector. Vinos, en esencia, los que van bajo el nombre de "Tenute Chiaromonte", por los que apostar con los ojos cerrados.