Cacciagalli

Treinta y cinco hectáreas de terreno pertenecen a la explotación de Cacciagalli, de las cuales unas nueve están plantadas de vid, y las otras de avellanos, castaños y olivos.
Nos encontramos en la zona alta de Caserta, a los pies del volcán inactivo de Roccamonfina: este es el escenario en el que se desenvuelve la granja "I Cacciagalli", y es aquí donde Diana Iaccannone y Mario Basco han decidido emprender el camino de su vida, incluso antes del proyecto empresarial.
Nacida de una pasión compartida por el vino y la tierra, la bodega "I Cacciagalli" toma su nombre de la zona en la que se encuentra, y se gestiona según las normas de la agricultura ecológica y biodinámica, respetando así al máximo el equilibrio del medio ambiente, el ecosistema y la biodiversidad. Entre las hileras de viñedos, las cepas se cultivan de forma sencilla y natural, para resaltar las peculiaridades y la tipicidad de la zona, que se reflejan plenamente en los vinos, resultado de un enfoque que pretende proteger todo lo que la naturaleza ha creado.
En la bodega, cada paso del proceso de producción se lleva a cabo de forma artesanal y cuidadosa, de modo que durante la vinificación no se utilizan aditivos químicos, el uso de anhídrido sulfuroso es mínimo, la fermentación se lleva a cabo exclusivamente con levaduras autóctonas y nunca se realiza una clarificación o filtración. Por último, todo el trabajo se ve reforzado por el uso de ánforas de terracota, tanto en la fermentación como en el afinado, gracias a lo cual cada etiqueta es capaz de mantener su propia identidad, expresando al máximo el vínculo varietal y territorial.
De las cepas autóctonas de Falanghina, Fiano, Piedirosso y Aglianico se obtienen etiquetas con una personalidad única, rica y articulada, excelentes y valiosas desde todos los puntos de vista: vinos que expresan los más altos estándares enológicos de la zona de Caserta de Roccamonfina. Vinos que hay que descubrir uno a uno.