Podere San Cristoforo

Las colinas mineras de Gavorrano, ricas en esqueleto y arcilla, albergan las hileras de Podere San Cristoforo, una finca vinícola con certificación ecológica cerca de Grosseto, fundada allá por 1901 y que ahora es propiedad del joven enólogo Lorenzo Zonin. Nos encontramos en una zona caracterizada por las constantes brisas marinas que soplan hacia el interior desde el mar Tirreno, contribuyendo a mitigar el calor de la estación estival y convirtiéndose en un elemento fundamental para la óptima maduración de los racimos, que son puros, enteros, concentrados y ricos en sustancias aromáticas. La finca cuenta con un total de cuarenta y cinco hectáreas, de las cuales unas quince están plantadas de vid, con uvas Sangiovese, Petit Verdot, Syrah, Vermentino y Trebbiano. Siguiendo las mejores prácticas agronómicas y, sobre todo, persiguiendo siempre la máxima calidad, tanto en las uvas como en los vinos, las normas que se respetan en el cultivo de las viñas pertenecen a la biodinámica. Se aplican reglas sencillas, que han sido puntos clave en la agricultura durante siglos, para que el suelo sea más fértil y las plantas más resistentes. Respetando los ciclos de la luna y prestando atención a las fuerzas magnéticas y gravitatorias que influyen en la vida de todos los seres vivos, el enfoque del cuidado de los viñedos pretende mantener el máximo equilibrio del medio ambiente y el ecosistema. Todo esto se traduce en selecciones clonales, altas densidades de plantación, bajos rendimientos por hectárea y un trabajo puramente manual entre las filas. En la bodega existe el mismo rigor y método, por lo que siempre se emplean las tecnologías más innovadoras, protegiendo y potenciando lo que la naturaleza ha creado. El resultado son vinos que son un fiel reflejo de la filosofía de la empresa: elegantes y capaces de expresar lo mejor de las connotaciones del territorio al que pertenecen, desde "Luminoso" a "Carandelle", desde "Amaranto" a "Ameri", son etiquetas producidas por Podere San Cristoforo que son fruto del más profundo amor por su tierra y de la más profunda pasión por las viñas y por el vino.