Bric Castelvej

Una gloriosa historia que comenzó a finales de los años 50, gracias a la intuición de Domenico Gallino, que por aquel entonces era un joven y ambicioso enólogo, y que tuvo el mérito de saber combinar pasión, previsión y sabiduría para crear lo que hoy es una de las bodegas más prestigiosas de toda la zona de Roero: Bric Castelvej.
Fue exactamente en 1956, el año en que Domenico Gallino decidió dar una clara impronta a su propia bodega, centrándolo todo en una producción que cumpliera con los más altos estándares de calidad. Después de él, su yerno Mario y su nieto Cristiano continuaron el camino trazado por el propio Domenico, supervisando meticulosamente todos los procesos de producción, desde el viñedo hasta la bodega, pasando por la fase de comercialización, que hace que las etiquetas de "Bric Castelvej" se distribuyan en todos los países europeos, además de en Italia. Hoy en día, como en el pasado, todo comienza con el trabajo entre las hileras de vides, de modo que cada elección agronómica se adopta de forma racional y sabia, para respetar los ritmos de la naturaleza, el medio ambiente y el ecosistema. Al aplicar los criterios de la gestión integrada de plagas, las intervenciones se limitan al mínimo absoluto y suponen el uso de productos de bajo impacto. Del viñedo a la bodega, la filosofía que se persigue no es muy diferente y, en nombre de la máxima calidad posible, el objetivo es siempre exaltar y potenciar todo lo que la estación y el territorio han sabido expresar en las uvas.
Empezando por el Barbera, siguiendo con el Nebbiolo, el Roero y el Arneis, pasando por el Dolcetto, la Favorita, el Chardonnay, la Bonarda y el Grignolino, y concluyendo con el Rosato y el Moscato d'Asti: todos ellos son vinos que llevan el nombre de "Bric Castelvej" en sus etiquetas, fruto del más profundo amor por el vino y por su tierra, y fruto de una profunda e incondicional pasión por su trabajo. Vinos de verdad.