François Villard

Nacido como sumiller profesional, François Villard es ahora uno de los viticultores más prometedores del Valle del Ródano, zona que recibe el nombre del río del mismo nombre que fluye desde los Alpes suizos hasta Francia y desemboca en el mar Mediterráneo cerca de Marsella. François comenzó su carrera de viticultor trabajando para Yves Cuilleron en 1988, y después de sólo tres años comenzó a producir su primer vino con su propio nombre, comenzando con un Condrieu del cru Porcins, produciendo sus primeras 400 botellas, que salieron a la venta en otoño de 1992.
Sus explotaciones en Condrieu y Côte-Rôtie suman ahora no menos de 35 hectáreas, repartidas en casi todas las AOC del norte del Ródano. Nos encontramos en un terruño realmente increíble: las colinas totalmente expuestas orientadas al este están cubiertas por terrazas creadas por primera vez por los romanos. El suelo se compone principalmente de grava y esquisto descompuesto sobre una base de granito. La exposición permite una excelente maduración de todas las uvas cultivadas entre las filas, incluyendo viognier, syrah, marsanne y roussanne.
. La estrategia de François Villard consiste en dejar que las uvas maduren lo mejor posible. Por ello, sus vinos son ricos y concentrados, con aromas complejos de melocotón, albaricoque, madreselva y miel para los blancos, y cuero y especias para los tintos. Los blancos a menudo se dejan desarrollar la podredumbre noble o la Botrytis, y la mayoría de los vinos pasan por largos períodos de envejecimiento en madera para prepararlos para una gran longevidad en la botella. No obstante, hay que tener en cuenta que la madera en la que se envejecen los productos se utiliza siempre de antemano, para evitar que se desprendan demasiados aromas que tapen las peculiaridades de cada varietal. De hecho, el objetivo último de cada etiqueta es realzar el terruño y las características de las distintas denominaciones.