Domaine Marquis d'Angerville

Borgoña es una de las zonas vitícolas francesas más famosas del mundo, reinado indiscutible de dos variedades de uva en particular, la chardonnay y la pinot noir, con las que se elaboran grandes vinos tintos y blancos. En particular, en la parte de la región conocida como la Côte de Beaune, hay varias fincas cuyo prestigio es realmente notable. Una de las fincas más bellas de toda la zona es, sin duda, la del Domaine Marquis d'Angerville, situada en la pequeña localidad de Volnay y con una superficie de unas 12 hectáreas. El legado dejado por el difunto y gran Jacques d'Angerville, figura fundamental en la historia de la finca y en el desarrollo de los vinos de Borgoña en su conjunto, es continuado de la misma manera autorizada, apasionada y meticulosa por su hijo, Guillaume.
El monopolo de la finca, Clos des Ducs, es la referencia de la mitad sur de la Côte d'Or, y los distintos premier crus de Clos des Angles, Frémiet, Caillerets, Champans y Taillepieds muestran la gran diversidad que ofrece la finca en términos de terruño. La filosofía de Guillame d'Angerville es dejar que el terruño hable por sí mismo, sobre todo en vinos delicados como los que se originan en los alrededores de Volnay, donde con demasiada frecuencia el uso de madera nueva no beneficia al producto final, enmascarando su verdadera identidad y haciéndolo fácilmente estandarizable. Precisamente a la luz de esta filosofía, el Domaine Marquis d'Angerville se ha convertido por completo a la agricultura biodinámica, una clara señal de cómo Guillame considera que el trabajo en el viñedo es la parte más importante de la producción de sus botellas.
El resultado de esta elección es una quincena de etiquetas diferentes cada año, cada una con un alma profunda y expresiva, perfectamente capaz de contar la historia de sus raíces y de satisfacer todas las exigencias, ya sean las de los simples amantes de los buenos vinos o las de los grandes expertos y conocedores.