Weingut Trossen

En pleno valle del Mosela, un antiguo paisaje cultural en el que ya se cultivaba el vino en la época romana, Rudolf y su esposa Rita cultivan sus viñedos según los conocimientos de la viticultura biodinámica. Ya en 1978, decidieron tomar caminos distintos y orientar la gestión de la antigua bodega familiar hacia los ideales del cultivo ecológico. Lo ecológico es más que la omisión de fertilizantes artificiales, herbicidas y todo tipo de venenos, es en cambio una actitud de responsabilidad que actúa localmente pero piensa globalmente. Hoy en día, con un éxito internacional cada vez mayor, los Trossen cultivan principalmente Riesling en capas de pizarra empinadas, admirando la materia cada vez mayor de los vinos. Evidentemente, hará falta toda una vida para que los suelos cansados y agotados puedan alcanzar un nuevo nivel de vitalidad.
El resultado de sus esfuerzos son vinos claros y expresivos con una aromática discreta, estructura y elegancia. El carácter distintivo de un buen vino lo marcan el tipo de uva y la añada, el sol y la luna, el viento y el clima, el tipo de suelo y la pendiente, así como la mano del viticultor que lo cultiva con devoción. Todo esto se ha definido recientemente como "terroir". Para preservar esta originalidad, Rita y Rudolf renuncian a toda intervención innecesaria, salvo una cuidadosa recolección manual, un suave prensado y una lenta fermentación con levaduras autóctonas en pequeños recipientes. Completan la elaboración de sus vinos de forma que se perciba de alguna manera el lugar de su origen, es decir, el viñedo, haciéndolo único. En 2010, por primera vez, embotellaron un Riesling sin ninguna intervención, excluyendo incluso el uso de dióxido de azufre. El vino desarrolló una fragancia y un sabor completamente diferentes a los habituales, revelando una profundidad y una finura nunca antes experimentadas.