Roberto Garbarino

Roberto Garbarino es un joven viticultor del Piamonte que, tras licenciarse en viticultura y enología en Turín, se trasladó a la región de Langhe y comenzó a trabajar como operario en algunas bodegas locales. A continuación, Roberto se trasladó al extranjero, a Nueva Zelanda, donde aumentó su experiencia como enólogo. De vuelta a Langa en 2010, decidió perseguir su sueño de producir burbujas de alta calidad en una tierra de importantes tintos, creyendo en ello tanto que se convirtió en el productor más pequeño de Alta Langa en 2013. La bodega cuenta ahora con una superficie de viñedo de 6 hectáreas en Neviglie, un pequeño pueblo de la Langa de Cuneo; los viñedos se reparten entre diferentes vinos DOC y DOCG, concretamente Alta Langa -denominación en la que la bodega aumentará su superficie de propiedad en 4 hectáreas para finales de 2021-, Moscato y Dolcetto; La mayor parte de ellas están situadas en una única ladera orientada al sur, con una perfecta exposición a Treiso y Monviso, a una altitud media de unos 450 metros sobre el nivel del mar, y gozan de un clima fresco y seco perfecto para producir vinos espumosos elegantes y de fuerte carácter. El terreno es escarpado, con un subsuelo arcilloso-arenoso, que permite llevar a la vendimia las uvas de mayor calidad, cultivadas sin abonos químicos y con muy poco uso de pesticidas sistémicos. Cada botella producida cuenta la historia del año en el viñedo, el alma de la tierra en esa sucesión específica de estaciones y climas interpretada según el credo de Roberto: "para hacer un buen vino, no es un detalle lo que marca la diferencia, sino las minucias que aportas al vino cada día; es decir, la atención y la dedicación que aportas a tus productos cada día". Ahora hay cinco etiquetas en el mercado, donde las burbujas - dos de Alta Langa y una de Moscato - se acompañan del rosado "Grisù" y de una Grappa de Moscato: una pequeña producción que habla del alma de un joven verdaderamente emprendedor.