Luigi Giordano

Hoy en día, el mundo del vino italiano atraviesa la que quizá sea una de sus fases más impetuosas y vivas, con un interés cada vez mayor por parte de los consumidores y amantes del vino y una expansión de los mercados en los que el vino "Made in Italy" goza de un éxito cada vez mayor. Sin embargo, no hay que olvidar que no siempre ha sido así, y muy a menudo muchas de las empresas que ahora se relanzan positivamente con nuevas ideas y proyectos han tenido que afrontar tiempos muy duros en el pasado. Este fue también el caso de la bodega Luigi Giordano, fundada en los años 30 en Barbaresco, en una época en la que las Langhe piamontesas no gozaban ciertamente del encanto del que pueden presumir hoy. Al principio la bodega se dedicaba únicamente a la comercialización de las uvas cultivadas en sus propios viñedos; fue entonces cuando Luigi, hijo del fundador Giovanni, con la ayuda de su esposa Alessandra, comenzó a embotellar sus propios productos a principios de los años 60, y los primeros ingresos del negocio se reinvirtieron por completo en la compra de nuevos terrenos y viñedos. En la actualidad, la explotación de Giordano tiene una superficie de unas siete hectáreas, y junto a Luigi están sus hijas Laura y Silvia, jóvenes apasionadas que se dedican a la tierra con el mismo ardor que caracterizó a Giovanni antes y a Luigi hoy. Se cultivan uvas blancas y tintas, exclusivamente autóctonas, como nebbiolo, dolcetto, barbera, fresia y arneis. En los viñedos, cada operación se sigue con el máximo cuidado, para garantizar la calidad que siempre ha distinguido la historia de la bodega. Cada añada da vida a diez etiquetas diferentes, donde junto a tres expresiones distintas de Barbaresco DOCG, entre las que destacan el Asili y el Montestefano, también encontramos botellas más adecuadas para el consumo diario, como el Langhe Rosso DOC, así como un espumoso de método clásico perfecto para todos los momentos de celebración.