Le Coste
Azienda Agricola Le Coste di Gradoli es el nombre de Gianmarco Antonuzi y Clémentine Bouveron, marido y mujer. Nacido y criado en Roma, Gianmarco se licenció primero en Derecho y al mismo tiempo se apasionó por el vino, graduándose como sumiller y trabajando para la asociación cultural y la revista -revolucionaria para el mundo del vino- "Porthos" de Sandro Sangiorgi. Su amor visceral por el vino le llevó a tomar la decisión de ensuciarse las manos, así que en 2002, gracias a su terquedad, Gianmarco se embarcó en un viaje de aprendizaje y trabajo duro que le llevó a aprender de importantes figuras del mundo del vino natural como Philippe Pacalet en Borgoña, Léon Barral en Languedoc-Rosellón, Dard Et Ribot en Ródano, Marcel Lapierre en Beaujolais y Bruno Schueller en Alsacia, donde conoció a Clémentine. Originaria de Lyon, sus estudios de bachillerato en Maçon y dos títulos relacionados con el vino: enología en Bourdeaux y especialización en Clermont-Ferrand, le dan un perfil más ortodoxo. En 2004, la revolución llegó cuando la pareja decidió centrarse en la región del lago volcánico más grande de Europa: Bolsena, en Gradoli para ser exactos, la tierra de Aleatico y Procanico. Alquilaron la primera hectárea y media de viejos viñedos cultivados en antiguas terrazas conocidas como "rasole" y recuperaron otra hectárea equivalente, abandonada durante veinte años, donde se plantaría un viñedo con una densidad de 10.000 plantas por hectárea.000 plantas por hectárea para estimular la competencia y la regulación natural de los rendimientos por hectárea; la altitud media es de 450 m sobre el nivel del mar. En la actualidad, Le Coste cuenta con 10 hectáreas de viñedos, además de 5 hectáreas de olivares y 5 hectáreas de tierras de cultivo. Las variedades que manejan Gianmarco y Clementine son principalmente las más aclimatadas y autóctonas: aleatico, procanico, greghetto rosso, malvasía, ciliegiolo, colorino, así como algunas incursiones iconoclastas para esa región del Lacio como syrah y pinot nero. Los principios de la biodinámica se aplican en toda la finca según su propia sensibilidad y sentimiento; en la bodega el enfoque se basa en el respeto a la uva y a la vendimia, no se añade ni se quita nada.
