Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Untitled-1

Château Lamothe-Bergeron

Sin duda, la región vinícola más prestigiosa del mundo, la zona geográfica de Burdeos es la más extensa bajo una AOC (appellation d'origine contrôlée). Gracias a su clima templado, mitigado por las brisas oceánicas, y a unos suelos especialmente aptos para la viticultura, se cultivan con facilidad uvas tintas como el cabernet sauvignon, el merlot y el cabernet franc, así como uvas blancas como el sémillon, el sauvignon y el muscadelle. Además, algunas subzonas de Burdeos se han ganado a lo largo de los años una reputación sin parangón, gracias a vinos con un potencial de envejecimiento de hasta medio siglo, ¡o incluso más! No es casualidad que algunos de los vinos más caros del mundo nos lleguen directamente de las tierras de Burdeos, que como ninguna otra región vinícola representan el emblema de la más alta calidad vinícola internacional.
El Château Lamothe-Bergeron desempeña su papel en el escenario bordelés. Es uno de los "Cru Bourgeois Supérieur" más importantes del siglo XIX, forma parte de la AOC Haut Médoc y está situado justo al lado de la famosa "Route des Châteaux", la D2, la "Ruta 66" de los amantes del vino, que lleva desde Burdeos a algunas de las fincas vinícolas más importantes del mundo.
Construida en 1773 por Jacques de Bergeron, tras un largo periodo de renovación la finca abrió sus puertas a los visitantes en 2015, representando de hecho una de las entidades pioneras del enoturismo en la región. Situado entre Margaux y Saint-Julien, el Château Lamothe-Bergeron ocupa algunos de los mejores suelos de grava de la orilla izquierda de la Gironda, lo que le permite disfrutar de un terruño que contribuye a la óptima maduración de las uvas, al tiempo que proporciona un perfecto drenaje.
Partiendo de una materia prima de altísima calidad, cada etapa de la producción en la bodega es objeto de un seguimiento constante, desde la fermentación alcohólica hasta la crianza y el afinamiento, todo se lleva a cabo con el fin de resaltar todos los matices de la estación y del terruño en los vinos. El resultado son botellas que se aprecian en todos los sentidos: vinos excelentes.