Rapitalà

La finca Rapitalà se extiende por 225 hectáreas en la zona que desciende desde Camporeale hacia Alcamo, en suaves colinas entre 300 y 600 metros sobre el nivel del mar, en terrenos donde se alternan la arcilla y la arena. La perfecta exposición y la composición del suelo lo hacen ideal para el cultivo de las mejores cepas. Esta antigua tierra está dominada por un paisaje de viñedos que se persiguen y dibujan hileras geométricas, que el sol y los colores del Mediterráneo transforman en colinas doradas. Rapitalà es un nombre real, que viene del árabe "Rabidh-Allah" y que significa "río de Alá", por el arroyo que fluye a través de los viñedos, prueba de que este campo ha sido cultivado desde la antigüedad. A lo largo de los siglos, las generaciones de agricultores han dado forma a la actual identidad de la finca. En 1968 Hugues Bernard, Conde de la Gatinais, nacido en St. Malo (Francia) en 1940, oficial de la marina francesa durante ocho años, se casó con Gigi Guarrasi, descendiente de una gran familia de Palermo. Con ella se embarcó en una aventura apasionante y valiente: la reconstrucción con criterios modernos de la bodega destruida por el terremoto en el Valle de Belice. La mayor atención del Conde de la Gatinais se dedicó a la reconversión varietal y de cultivo de los viñedos. Hace ya 30 años, en Sicilia, las grandes variedades de uva francesas se sumaron a las autóctonas. Hoy en día, la obra iniciada por Hugues de la Gatinais es continuada por su esposa Gigi y su hijo Lautent, con el mismo cuidado y pasión. Rapitalà es una de las bodegas sicilianas más prestigiosas, protagonista indiscutible de la renovación enológica de la isla. Los viñedos son el patrimonio más preciado de Rapitalà, conseguido gracias al trabajo apasionado y al gran amor que le une a este viñedo desde hace más de treinta años. La excelente exposición y la composición del suelo permiten que las vides se cultiven de forma ideal. Tras la vendimia, las técnicas de vinificación más modernas confieren a los vinos la máxima personalidad y excelencia. Recientemente renovada, la bodega utiliza ahora las técnicas de vinificación más innovadoras: estructuras de refrigeración del mosto y de la uva, fermentadores de acero con sistemas informatizados de control de la temperatura, remontados e inmersión de los orujos. La vinificación se realiza por separado para cada parcela de viñedo, con un mínimo de filtración. La bodega de barricas está formada por barricas de roble francés y de roble. Se presta gran atención y respeto a las características varietales.