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Indomiti

Vinos indómitos, jóvenes, temerarios, viejos, desobedientes. Estos son los puntos cardinales del proyecto vitivinícola de Simone Ambrosini, en ciernes: un joven viticultor emprendedor. Tras licenciarse en enología y viticultura, inició un duro aprendizaje, compuesto por experiencias en grandes y muy grandes empresas, recorriendo el mundo; Foradori, Monteforche y Domaine Chevrot son las experiencias más significativas. En 2018 llegó el punto de inflexión: sin tierra, sin ayuda, ni siquiera un tractor, Simone comenzó a prensar sus uvas, guiado únicamente por su instinto y sus ideas. Gracias al boca a boca consiguió encontrar media hectárea de viñedo en las colinas de Berici, en la provincia de Vicenza, su tierra natal. Sin tener una bodega, con prácticamente sólo un par de tijeras, Simone comenzó su aventura. En vísperas de la vendimia, consiguió llegar a un acuerdo con un viticultor local para disponer de un espacio en su bodega -relativamente, ya que tendría que mantener las cubas al aire libre, bajo el clima del otoño, bajo las estrellas, vinos de ensueño, vinos indómitos- donde produciría sus primeras cinco cuvées, incluida una cerveza ácida. A día de hoy, Simone sigue viajando, deambulando de bodega en bodega en busca de un espacio compartido, llamando a las puertas de los viticultores que comparten su filosofía: mínima intervención tanto en el viñedo como en la bodega (sólo cobre y azufre y poco dióxido de azufre), con todos los riesgos que ello conlleva. Sin embargo, el suelo bajo sus pies se ha levantado; Indomiti es ahora un proyecto que aprovecha casi tres hectáreas de viñedos viejos, recuperados, reeducados, rescatados del abandono, en el municipio de Arcugnano sobre el lago Fimon, en el corazón de las colinas de Berici, en una colina de origen marino con un suelo rico en fósiles, una zona con una alta vocación para las vides rojas, la más emblemática de las cuales es la tai rosso, una vid que Simone maneja de forma magistral, respetando su naturaleza. También es muy interesante el carácter del Garganega de estas tierras, que es decididamente más indomable que un vino de Soave.