Francesco Cadinu

Desde hace siglos, la zona de Mamoiada, en el interior de Cerdeña, alberga las vides de Cannonau, que son sin duda una de las variedades de vid más simbólicas no sólo de Mamoiada, sino de toda Cerdeña.
Nos encontramos en una zona de Barbagia en la que las hileras de vides se extienden hasta altitudes de entre 500 y 900 metros sobre el nivel del mar, pero sobre todo nos encontramos en un contexto microclimático único, marcado por importantes oscilaciones de temperatura entre la noche y el día, de modo que las uvas que se recogen son siempre sanas y francas, y sobre todo ricas en contenido de azúcar gracias a los fuertes rayos del sol del verano.
La bodega de Francesco Cadinu desempeña su papel en este escenario con profesionalidad y pasión. Hasta hace unos años, esta bodega vendía su vino exclusivamente a granel, pero entonces llamó la atención de expertos y conocedores del vino, hasta el punto de que decidieron empezar a embotellar su propia producción.
Con una superficie total de cinco hectáreas de viñedo, la empresa ve crecer sus viñedos a una altitud de entre 650 y 800 metros sobre el nivel del mar y, sobre todo, cultiva cepas de entre 90 y 130 años.
Cultivados con amor y dedicación incondicional, los viñedos de la empresa dan un fruto excepcional, que en la bodega se transforma en "Perdas Longas", actualmente la única etiqueta de la empresa Cadinu, aunque también se prevé una pequeña producción de Moscato, así como una reserva de viñas viejas de Cannonau.
La empresa de Francesco Cadinu es, de hecho, una rareza enológica, capaz de atraer la atención del gran público con un producto extraordinario, que se presenta fuerte, enérgico y dinámico, cálido y generoso, envolvente y suave, atravesado por preciosos matices sabrosos: un Cannonau fabuloso.