Tenuta La Sabbiosa

"Una isla dentro de una isla": así podríamos definir Sant'Antioco, un pequeño oasis de paz y serenidad situado en el extremo suroeste de Cerdeña, una región italiana que ofrece a los visitantes de todo el mundo algunas de las vistas naturales más bellas de nuestro país, donde el cultivo de la vid está ligado a tradiciones y culturas milenarias.
Un ejemplo llamativo es el de la isla de Sant'Antioco, donde una uva particular, la carignano, se cultiva desde la época de los fenicios, con las características cepas en vaso en viñedos libres, ya que esta zona es una de las pocas de Europa donde no ha llegado la filoxera. Sin embargo, en la década de 1980 la situación sufrió un cambio radical: la lógica del mercado prefería otros tipos de vino, lo que hacía inconveniente y demasiado arriesgado invertir en este sector.
Aquí y allá, en parches, sobrevivieron algunos viñedos centenarios, cultivados por personas mayores que aún decidieron continuar con las tradiciones de la isla; gracias a esta terquedad, nació la granja Biomar, ahora dirigida por Massimo y Tessa, una pareja firmemente a cargo de las tierras heredadas del abuelo Massimino y el padre Giovanni.
Empresa familiar situada en Calasetta, que se desarrolla en un terreno compuesto principalmente por arena, caracterizado por un clima que durante todo el año es azotado por el fuerte viento mistral, elemento dominante de esta zona.
Hay dos vinos que toman forma cada año bajo la atenta mirada del joven y talentoso enólogo Antonio Manca: "Il Doc" e "Il Bio", ambos representativos de la DOC Carignano del Sulcis, -una de las más importantes de toda la región, creada en 1977-, y dotados de una personalidad definida y esculpida. Se trata de etiquetas con una fuerte identidad que, recuperando viejas cepas y luchando contra el mistral, consiguen la ardua tarea de crear productos modernos a partir de una antigua cepa autóctona.
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