Vidal-Fleury

Todo gira en torno a los ritmos de la naturaleza y el paso de las estaciones, todo está estrechamente ligado a los tiempos que dictan la vid y el vino. Cada momento del año exige un trabajo específico, tanto en el viñedo como en la bodega, y cada trabajo específico requiere una atención y un compromiso dedicados, adecuados para el nacimiento y la evolución del proceso. Estos son los firmes principios en los que se basa la maison Vidal-Fleury, una bodega fundada en 1781 por Gustave Vidal y situada en el Valle del Ródano, precisamente bajo la denominación Côte-Rôtie. Situada en el norte del Ródano, la bodega Vidal-Fleury experimentó un crecimiento constante y exponencial desde su creación hasta 1920, hasta el punto de expandirse hacia el sur del valle. Las variedades tintas dominan las hileras de vides, con la garnacha, la syrah y la mourvedre a la cabeza, a las que se unen las variedades blancas viognier, marsanne y roussanne. Las vides de hasta sesenta años se cultivan con pleno respeto al medio ambiente y al ecosistema, y se intentan desarrollar sus capacidades autoinmunes, para que las propias plantas sean capaces de luchar contra las enfermedades y los parásitos. En la bodega, que cuenta con unas instalaciones de elaboración y crianza completamente renovadas, reformadas y modernizadas en 2008, cada etapa de la producción se realiza con rigor y puntualidad: a la fermentación alcohólica le sigue un periodo de reposo sobre las lías finas que, según el vino que se vaya a elaborar, puede durar hasta 48 meses antes del embotellado, mientras que la crianza, sobre todo en el caso de los tintos, se realiza en barricas nuevas de roble francés. Así es como cobran vida las etiquetas de la Maison Vidal-Fleury, sinónimo de vinos que durante siglos han representado la mejor excelencia de la Côte-Rôtie y de todo el Valle del Ródano.