Michele Alois

En las laderas de los montes Caiatini, precisamente en Pontelatone, en la provincia de Caserta, se encuentra la bodega Michele Alois, que hunde sus raíces en la consolidada experiencia de la familia Alois, activa en el sector del vino desde hace siglos.
Fundada a finales del siglo XIX -en 1885 para ser exactos- como empresa comercial, fue en 1992 cuando la compañía emprendió el camino de la producción directa de vino, plantando un viñedo con nueve variedades autóctonas diferentes. En la actualidad, la empresa posee 14 hectáreas de viñedos y alquila otras 16. Siguiendo un enfoque clásico, las etiquetas producidas por Michele Alois nacen de la pasión y el amor por su tierra.
Entre las hileras de vides, las cepas se cuidan con extrema dedicación, y hay un respeto máximo por el medio ambiente, la naturaleza y el ecosistema. Aglianico, Casavecchia, Falanghina y Pallagrello -esta última en versión de bayas blancas y negras- son las variedades que se cultivan en la explotación. Agrupados en tres parcelas diferentes, los viñedos se encuentran en Audelino, en Morrone della Monica y en las tierras de Cesone en Pontelatone. Siguiendo estrictas normas agronómicas, podemos cosechar uvas puras, valiosas y ricas en todos los componentes organolépticos. Racimos que en la bodega se vinifican respetando cada mínimo matiz natural, y exaltando todo lo que la estación y el territorio han podido expresar en las uvas.
Es así como cada vino de la bodega de Michele Alois logra maravillosamente contar la historia de lugares hechos de antiguas tradiciones y de profundos e inseparables lazos territoriales. De los tintos a los blancos, de los rosados a los espirituosos, los vinos de Michele Alois se llaman hoy "Trebulanum", "Campole", "Cunto", "Settimo", "Caiatì", "Caulino" y "Nadir": vinos capaces de expresar en el sorbo toda la más bella esencia enológica de los Montes Caiatini.