Marangona

El norte de Italia es una de las zonas vinícolas más interesantes de toda la península. En concreto, en la frontera entre el Véneto y Lombardía, más concretamente entre Peschiera del Garda y Sirmione, la conformación del terreno y el microclima contribuyen a que esta zona del norte sea especialmente adecuada para la producción de vinos, sobre todo blancos.
Se trata de un terruño caracterizado por la arcilla y la piedra caliza blanca, con un clima lacustre suave en su superficie, que favorece el pleno desarrollo de las uvas.

Precisamente en estas zonas se extienden los viñedos de la bodega Marangona, que toma su nombre de una campana que, en el pasado, solía sonar al amanecer y al atardecer en el patio, para señalar el comienzo y el final del duro trabajo diario en el campo. La bodega está situada en Pozzolengo, justo en la frontera de las dos regiones, y consta de una hermosa granja histórica que data del siglo XVII a la que, en los años setenta, se añadió la bodega de elaboración de vinos, puesta en marcha a pleno rendimiento en 1973.
En las pulcras hileras de vides, se da el debido espacio al Trebbiano di Lugana, la variedad de uva que está en la base de la DOC Lugana, una denominación que, año tras año, es cada vez más apreciada por los mejores conocedores y aficionados al vino, a la que la empresa Marangona dedica cuatro quintas partes de su producción total.
Además de esta noble uva, también se cultivan groppello, marzemino, sangiovese y barbera, dedicadas a la producción de Chiaretto.

La empresa se está convirtiendo a la producción ecológica, y cada año salen de las bodegas unas 70.000 botellas, que representan un estilo realmente reconocible que encuentra una asociación cada vez más estrecha con la DOC Lugana; "Tre Campane" y "Rintocco" son etiquetas que no hay que perderse, a las que se añade la "Rabbiosa" de la cosecha tardía, un regalo que la empresa hace a todos los que quieren degustar un néctar tan original como satisfactorio.