Legras et Haas

François Legras y Brigitte Haas se conocieron a finales de los años 60, en 1967 para ser exactos, y su pasión compartida por el vino, y más concretamente por el Champagne, les llevó con el tiempo a unir sus fuerzas en un proyecto común.
Así nació la maison Legras et Haas a principios de los años 90, concretamente en 1991, una realidad que puede presumir de unos espléndidos viñedos Grand Cru en la zona de Epernay. En realidad, la tradición vitivinícola de la familia Legras se remonta a siete generaciones, y el propio François Legras puede presumir de más de 50 años de experiencia, ya que él y su padre Lucien estaban acostumbrados a trabajar en el viñedo desde una edad temprana.
Entre las filas, el enfoque es totalmente sostenible, y el objetivo es cosechar uvas finas, puras y ricas en todos los matices organolépticos, por lo que cada planta recibe un cuidado esmerado y maniático, con el máximo respeto por el medio ambiente, la naturaleza y el ecosistema. La filosofía que impera en la bodega es, por otra parte, clara y no muy diferente de la que se aplica en el viñedo, y se basa en un principio tan simple como fundamental, y que se sigue al pie de la letra: sólo trabajando de la mejor manera posible en el viñedo es posible llevar a la plena madurez las uvas necesarias para la producción de un gran Champagne, ya sea un Blanc de Blanc o las demás selecciones que se producen cada año en la hermosa bodega de Chouilly.
Vinos espumosos de gran finura, ricos en complejidad aromática, gráciles y elegantes, todos ellos esperando a ser descubiertos. Así es como surgen cuvées que son simplemente excelentes: desde el Brut Tradition hasta el Brut Rosé, desde el Extra Brut hasta los vinos de añada, para terminar con la etiqueta superior "Exigence", todas son burbujas, las de Legras et Haas, que nos cuentan la más bella esencia de la región de Champagne.