Le Potazzine

Espléndida bodega en Montalcino, Le Potazzine es una de las mejores de la zona.
Una empresa cuyo nombre deriva del término utilizado para indicar los cinciallegre, pequeños pájaros de la campiña toscana, y al mismo tiempo un apodo cariñoso utilizado por los abuelos y los padres para dirigirse a sus hijas pequeñas. Fue su abuela materna, de hecho, quien llamó a Viola y Sofía, las hijas de Gigliola Giannetti, propietaria de la empresa y natural de Ilcina.
Hoy, treinta años después, los vinos de Le Potazzine transmiten una rara sensación de autenticidad, tintos elegantes y precisos que proceden de unas cinco hectáreas de viñedos y, sobre todo, son el resultado de unas prácticas de vinificación que implican la menor intervención artificial posible.
Entre las hileras, las vides alcanzan una edad media de 18 años y se cultivan a una altitud que oscila entre los 420 y los 568 metros sobre el nivel del mar. Cultivados mediante el sistema guyot con una densidad de unas 6.000 cepas por hectárea, los viñedos se gestionan con prácticas agronómicas racionales y cuidadosas, con el máximo respeto al equilibrio entre la naturaleza, el ecosistema y el medio ambiente, y con uvas certificadas como ecológicas.
Limpieza, armonía y delicadeza son las palabras clave que rigen todas las fases de producción en la bodega. Tratando de mezclar las uvas de los diferentes viñedos, Le Potazzine consigue ensamblar vinos en los que la elegancia y el refinamiento se encuentran con la potencia y la estructura. La fermentación, que siempre se realiza de forma natural utilizando únicamente levaduras autóctonas, se combina con una larga maceración en los hollejos (hasta 40 días) para extraer sustancia y carácter. A continuación, la crianza, realizada según la tradición en grandes barricas de roble eslavo de tamaño medio, da lugar a vinos de calidad absoluta, que convencen por su equilibrio y su estilo impecable.
Desde el Brunello di Montalcino hasta el Rosso di Montalcino, vinos que nos hablan de la más alta esencia de la enología ilicitana.