Coppo

Coppo es una de las bodegas familiares más antiguas de Italia: fue fundada en 1892 por Piero Coppo en el Piamonte, en Canelli, la cuna del vino espumoso italiano. Era un personaje excéntrico, reconocido por sus cualidades como catador y por su obsesión por los detalles, tanto en el viñedo como en la bodega. En 1913 Piero se casó con Clelia Pennone, heredera de la bodega del mismo nombre, y así Coppo se amplió, añadiendo a la bodega situada en Canelli las estructuras de la bodega Pennone; precisamente en estas zonas, a partir del siglo XVIII, se excavaron a mano túneles y galerías, hoy conocidas como "Catedrales Subterráneas", cuya belleza y particularidad han sido protegidas por la Unesco como "Patrimonio de la Humanidad". Durante el siglo XX, las ventas de botellas aumentaron, impulsadas también por las exportaciones a Sudamérica y Estados Unidos. Sin embargo, la historia de la bodega de Coppo no sólo está compuesta de páginas felices: en 1948, dos violentas inundaciones asolaron Canelli, devastando la bodega y dejando a Luigi, el hijo de Piero, en una situación muy difícil. Sin embargo, Luigi no se dio por vencido y, con gran determinación y obstinación, comenzó a reconstruir, comprando nueva maquinaria y adoptando tecnología punta. Entre 1970 y 1980, la tercera generación, compuesta por Piero, Gianni, Paolo y Roberto, se dedicó a experimentar con la producción de vinos espumosos y confirmó la tradición mejorando los vinos tintos, entre los que destacan sobre todo el Barolo y el Barbera, propuestos en las famosas versiones "Pomorosso" y "Camp du Rouss". Hoy Coppo se extiende sobre unas 52 hectáreas, conduciendo los viñedos con prácticas de agricultura biodinámica e integrada, produciendo 400.000 botellas; la gestión se confía a Massimiliano y Luigi, exponentes de la cuarta generación que han llevado la bodega al nuevo milenio, con formas de comunicación más jóvenes y dinámicas. Armonía, elegancia, precisión y calidad: estas son las cuatro virtudes que se encuentran en todas las etiquetas de Coppo.