Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Untitled-1

Colpaola

En el corazón de la región de Las Marcas, no lejos de las famosas cuevas de Frasassi, entre espléndidos pueblos medievales, se encuentra la zona de producción del Verdicchio di Matelica, que, además de ser un vino, es la historia de un territorio y -para los lugareños sobre todo- representa una verdadera "forma de ser".
Una de las pocas variedades de uva blanca que puede presumir de una historia completamente autóctona, la Verdicchio es una uva que se remonta al siglo VIII antes de Cristo, y el propio vino Verdicchio se menciona por primera vez en un documento notarial de 1579. Se convirtió en DOC en 1967, un año antes que su hermano de los Castelli di Jesi, y es el Verdicchio di Matelica el que debe ser reconocido como el precursor de una viticultura de la Región de las Marcas orientada a los más altos niveles de calidad.
En este escenario, encontramos la realidad vitivinícola de Colpaola, una bodega situada en las colinas que rodean el Monte San Vicino, que desempeña magistralmente su papel.
Ya en la época de Marcello Boldrini, amigo íntimo de Enrico Mattei y su sucesor en la presidencia de Eni, la finca de Colpaola vinculó su historia a la de la familia Porcarelli a finales de los años 60, cuando el abuelo de los actuales propietarios comenzó a gestionar la finca en régimen de alquiler.
Dirigida actualmente por Francesco Porcarelli y su esposa Stefania, la bodega tiene sus viñedos repartidos a unos 650 metros de altitud. En un terreno especialmente adecuado para el cultivo del Verdicchio, las vides se cultivan con el máximo respeto al equilibrio del medio ambiente, la naturaleza, el ecosistema y la biodiversidad, siguiendo desde 2013 el protocolo de la agricultura ecológica.
En la bodega, la filosofía aplicada no dista mucho de la adoptada en el viñedo, y partiendo de la máxima potenciación de las mejores características de la materia prima, llegamos a producir etiquetas de calidad impecable, vinos que con su frescura, potabilidad y longevidad, ofrecen elegancia y armonía, contando la historia del territorio, de la vid y de la pasión de quienes producen el vino.