Château Rabaud Promis

El Château Rabaud Promis se alza majestuoso en las apacibles colinas de Rabaud, con vistas al valle del Ciron.
Fundado en el siglo XVIII y clasificado como Premier Cru en 1855, el Château ha pasado de mano en mano a lo largo de los años. En 1903 fue comprada por Adrien Promis, que quiso añadir su nombre a la finca.
Hoy en día, la finca está dirigida con maestría por Michèle y Philippe Dejean, la novena generación de viticultores de la zona que rodea la ciudad de Sauternes.
Después de haber caído en el abandono y la ruina total en 1972, la bodega ha visto su fortuna resurgir gracias a Philippe Dejean, que comenzó a llevar a cabo una lenta pero constante reorganización del negocio, renovando tanto los viñedos como la bodega.
Las cuarenta hectáreas de viñedos de la finca están plantadas con sémillon, sauvignon y muscadelle según una filosofía sostenible que pone gran énfasis en la preservación de la biodiversidad. Con una densidad de plantación de más de 6.000 cepas por hectárea y suelos ricos en rocas y piedras, cada elección agronómica en las filas está bien pensada y es prudente, adoptada con el objetivo de cosechar, añada tras añada, racimos sanos y puros, valiosos y concentrados en todos sus mínimos matices organolépticos.
En la bodega, tras el prensado de la uva, la vinificación se realiza en parte en acero y en parte en barricas de roble. A continuación, el vino envejece en barricas de roble francés durante 12 a 14 meses.
La aplicación y el respeto son las piedras angulares de la producción de Château Rabaud Promis, contribuyendo a la creación de vinos armoniosos, frescos y equilibrados con una gama de aromas realmente estimulantes. Los Sauternes tienen obviamente un carácter dulce, pero son capaces de mantener un hombro ácido muy evidente que, junto con los azúcares, es capaz de mantener los vinos mucho más allá de dos décadas desde la cosecha.