Tenute Lunelli

La familia Lunelli, que desde los años ochenta ha unido su nombre a la DOC Trento con la bodega Ferrari, se ha dedicado desde entonces a la producción extensiva bajo la visión de futuro del grupo Lunelli con una colección de otras tres bodegas en zonas especialmente adecuadas para la enología italiana: Tenuta Margon en Trentino, Tenuta Pordenovo en Toscana y Tenuta Castelbuono en Umbría.
Villa Margon, la oficina de representación del Grupo en el elegante complejo del siglo XVI en Ravina, da nombre a la interesante producción de Tenuta Margon, donde la Chardonnay, la variedad principal, encuentra su máxima expresión en el último vino, Pietragrande, heredero de la larga experiencia adquirida a lo largo de los años con esta variedad. Maso Montalto, por su parte, expresa la elegancia del Pinot Noir de montaña, el enfant terrible en términos trentinos, que se cultiva en el viñedo histórico de la familia, dominado por una pared rocosa de más de mil metros de altura. Tenuta Podernovo, otro hijo de la familia Lunelli, es una espléndida colina plantada de vides en el municipio de Terricciola, en la Toscana, que goza de un microclima ideal, sobre suelos compuestos de arena y depósitos fósiles ideales para el cultivo de la vid. Los vinos de esta maravillosa finca, construida con piedras locales que la han integrado perfectamente en el entorno natural, son el Teuto, trabajado durante 20 meses en grandes barricas, y el Aliotto, elaborado a partir de una mezcla del 60% de Sangiovese y el resto de Cabernet, Merlot y otras uvas locales. Toscano sí, pero con mentalidad trentina. En 2001, con Tenuta Castelbuono, le tocó el turno a una tierra antigua y casi mística como es Umbría. Fascinada por este territorio, la familia Lunelli concentró sus esfuerzos en los viñedos, todos convertidos en orgánicos, y luego comenzó la construcción de una bodega excepcional, diseñada nada menos que por Arnaldo Pomodoro, uno de los más grandes artistas contemporáneos y amigo fraternal de la familia. La bodega "Carapace", bautizada por el propio Pomodoro, es una obra única que desafía los límites entre la escultura y la arquitectura, una "bodega no vinícola" que llevó seis años de estudio y trabajo, inaugurada en 2012.