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Stefania Barbot

"El deseo de vivir la naturaleza en libertad en un lugar incontaminado y alejado de los espacios y tiempos metropolitanos habituales, la pasión por el paisaje de Irpinia, la ambición de crear un gran vino que exprese el territorio de origen nos ha empujado a mí y a mi marido Erminio a transformar, con tenacidad, un sueño en un verdadero camino de vida, dando lugar a nuestra empresa de Paternopoli: Estas son las palabras pronunciadas directamente por Stefania Barbot, que precisamente en Paternopoli, en la provincia de Avellino, dirige y gestiona la granja del mismo nombre, impulsada por un profundo amor a sus viñas y a su trabajo.
En el pequeño pueblo que se remonta a la época prerromana, y dentro de la zona de producción de la denominación de origen controlada y garantizada Taurasi, se encuentran los viñedos propios, situados a una altitud que varía entre los 450 y los 530 metros sobre el nivel del mar. Sobre suelos arcillosos y calcáreos, los viñedos tienen hasta setenta años de edad, y gozan de un microclima especialmente favorable, donde la amplitud térmica entre el día y la noche es importante, y donde la biodiversidad, el medio ambiente y la naturaleza están armoniosamente equilibrados. Entre las hileras, el manejo es cuidadoso y prudente, la poda de invierno es rigurosa, al igual que el desmoche, el deshoje y el aclareo, todo ello realizado con el fin de favorecer la calidad de la fruta frente a la cantidad. En la bodega, la filosofía no dista mucho de la adoptada en el viñedo, de modo que todas las operaciones se realizan siempre en nombre de la máxima calidad posible, y tratando de trabajar los racimos para exaltar y potenciar todo lo que la estación y la tierra han podido expresar en las uvas. He aquí, pues, "Ion" y "Fren", dos etiquetas en este momento, la primera con la denominación Campi Taurasini, y la segunda con Taurasi, ambas obviamente basadas en el Aglianico, e hijas de la Irpinia más enológica, además de capaces de contar en la copa la singularidad de un territorio que, en materia de vinos, no tiene parangón.