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Santa Maria La Nave

"SantaMariaLaNave": una auténtica boutique/bodega en el Etna, para un amor nacido en 1954. Con estas palabras podemos resumir la historia de una bodega que nació cuando Giuseppe Mulone -Peppino para los amigos- se trasladó con su familia desde la provincia de Enna a Catania, y pronto quedó fascinado por la fertilidad de las tierras del Gran Volcán, donde la viticultura era uno de los cultivos más exuberantes. De los años 50 pasamos directamente a 1980, cuando uno de los hijos de Giuseppe Mulone compró una pequeña parcela plantada con vides nerello cappuccio y nerello mascalese en el municipio de Viagrande, dando a nuestro Peppino la oportunidad de poner en práctica todo su amor y pasión por la viticultura. Amor y pasión que, transmitidos de generación en generación, siguen moviendo hoy a los descendientes de Giuseppe, empujándolos hacia una gestión impecable de la bodega SantaMariaLaNave.
El proyecto parte de las tierras etarras, de las que partieron buscando antiguas cepas preflorecientes abandonadas, que comenzaron a plantar en el año 2000 en Contrada Nave, a 1.100 metros de altitud. A lo largo de varios años, gracias también a importantes selecciones masivas de vides en libertad, el viñedo se compone ahora de las dos variedades de Grecanico dorato y albanello, esta última literalmente salvada de la extinción. Posteriormente, se han adquirido otras parcelas, de las que se han hecho cargo viticultores etarras que durante décadas han cuidado sus viñas con amor y dedicación incondicionales, y que finalmente han decidido transmitir su precioso legado a SantaMariaLaNave.
Ni que decir tiene que la viticultura es heroica entre las filas, y se basa en el respeto a la biodiversidad, la naturaleza y el entorno. Incluso en la bodega, la filosofía aplicada se orienta a una vinificación mínimamente invasiva, utilizando únicamente levaduras autóctonas, en un intento de mantener el carácter varietal y la identidad de la tierra. Así que venimos a hablar de "Millesulmare" y "Calmarossa": dos etiquetas en este momento que encapsulan toda la maravilla de la enología del Etna, dando a la copa emociones verdaderas, profundas e inigualables.
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