Santa Lucia Franciacorta

"Ningún visitante de las zonas más bellas y felices de la alta Italia, nadie que disfrute de los vinos de esta parte del bello país, desconoce el nombre y la ubicación de Franciacorta", como escribió el escritor y patriota italiano Gabriele Rosa en 1852, alabando a Franciacorta y los vinos que allí se producen. Al fin y al cabo, en un contexto único, caracterizado por una ubicación geográfica particular, un microclima favorable y un territorio extremadamente adecuado, se han producido desde la Edad Media excelentes vinos, que hoy son más que otros sinónimos del Metodo Classico y de la mejor expresión del vino espumoso italiano. En Franciacorta, precisamente en Erbusco, en la provincia de Brescia, se encuentra la finca "Santa Lucía", un pequeño paraíso en el que, según las tradiciones locales, la arquitectura y la naturaleza se funden a la perfección, logrando un equilibrio armonioso y ordenado. Fundada a finales de los años noventa y con su corazón palpitante ubicado en el Palazzo Longhi -construido en el siglo XVII sobre una estructura preexistente construida en el siglo XVI-, la explotación cuenta en la actualidad con una superficie de treinta hectáreas de viñedos, divididos en parcelas situadas entre Erbusco, Rodengo Saiano, Capriolo, Passirano y Rovato. Disfrutando de exposiciones óptimas y respetando plenamente el medio ambiente y el ecosistema, de acuerdo con las normas de la agricultura ecológica, las uvas se crían y cosechan con características elegantes y rasgos refinados. Racimos que en la bodega se traducen en vinos armoniosos y equilibrados, expresivos y fiel reflejo del territorio al que pertenecen. Ya sea Franciacorta o Curtefranca, desde el Brut hasta el Satèn, desde el Rosé hasta el Pas Dosé, hasta el Extra Brut y el Pinot Noir, los vinos producidos por Pierluigi Villa y su familia son el fruto de una gran pasión y el resultado del más profundo amor por su trabajo, sus viñedos y su tierra.