Roagna

La bodega Roagna está situada en Barbaresco, en el corazón de la región de las Langhe, y produce vinos que son una expresión pura y auténtica del territorio.
Para lograr este objetivo, ha optado por trabajar con viñas viejas, con sistemas radiculares muy profundos y capaces de dar uvas de gran concentración aromática. Los suelos son de origen sedimentario marino, con capas de arcilla calcárea que se alternan con margas y arenas gris-azuladas. La autenticidad de cada expresión individual y diferente se deriva de las diferencias mínimas del subsuelo. Las viñas no se abonan, no se utilizan herbicidas ni pesticidas y el suelo está completamente cubierto de hierba, de modo que se estimula la biodiversidad y se favorece la profundización de los sistemas radiculares. Las cepas de los viñedos proceden de cepas madre locales, de modo que se mantiene una población vegetal heterogénea.
En 2012, se inició la experimentación con vides de semilla, obtenidas mediante la siembra de semillas de las vides más viejas con el fin de originar nuevas plantas hijas y salvaguardar o incluso aumentar la biodiversidad del viñedo. En la bodega, al igual que entre las filas, las reglas son estrictas y rigurosas, seguidas a la perfección, de forma constante y escrupulosa: para las fermentaciones se utilizan pied de cuve con levaduras autóctonas y las maceraciones son muy largas, con tapón sumergido, para transferir todo lo valioso de la uva al vino. La misma filosofía se sigue para las fases de crianza y afinamiento: los controles son minuciosos, y el objetivo final es siempre exaltar lo que la temporada y el territorio han conseguido expresar en las uvas.
Todo ello da lugar a vinos sencillamente extraordinarios, entre los que se encuentran algunas de las mejores etiquetas de todo el Piamonte. Desde el Dolcetto hasta el Barbera, pasando por el Barolo y el Barbaresco -este último procedente de algunos de los crus más prestigiosos, como Pajè o Asili- y, finalmente, el Barolo Chinato y la Grappa: etiquetas prácticamente míticas.