Rinaldini

Fundada a finales de los años sesenta por Rinaldo Rinaldini, la finca Rinaldini representada por "il Moro" se encuentra a medio camino entre Reggio Emilia y Parma, a los pies de las colinas de Matildiche. Compuesta por una quincena de hectáreas de viñedos, en pocos años la bodega, que conserva rigurosamente su carácter familiar original, ha sido capaz de demostrar cómo pueden nacer verdaderos milagros de tierras maltratadas por los productores y de cepas olvidadas por los enólogos.
Cultivados con una alta densidad de plantación, pero conducidos con el objetivo de obtener bajos rendimientos de producción, y criados con pleno respeto a la naturaleza, los viñedos propiedad de la bodega producen uvas que, con tenacidad, amor, pasión y profesionalidad, se transforman en vino, sin traicionar nunca las características varietales, y respetando al máximo las connotaciones peculiares del terruño al que pertenecen. Entre las hileras de vides se presta la máxima atención y cada elección agronómica tiene como objetivo mantener el equilibrio entre el medio ambiente, la naturaleza, el ecosistema y la biodiversidad, para que las uvas que se cosechan sean siempre directas, preciosas, ricas y concentradas en cada mínimo matiz organoléptico.
En la bodega, a lo largo de los años se han ampliado continuamente los espacios, y los equipos de vinificación se han renovado siempre en nombre de la vanguardia y las nuevas tecnologías, pero lo más importante es siempre la materia prima, que se procesa e interpreta respetando las tradiciones territoriales, y tratando de potenciar todo lo que la temporada ha contado en las uvas. Empezamos con los blancos, como "M'Oro", "OROM", "Rinaldo" Brut y "Lieto Evento", y luego pasamos a los tintos y rosados, como "Il Mio Rosa", "Vecchio Moro", "Pjcol Ross", "Picchio" y "Moro del Moro".
Desde el Lambrusco dell'Emilia hasta el Lambrusco Reggiano, pasando por los vinos internacionales y los espumosos, todos ellos son vinos de "Rinaldini" que hablan el idioma de la mejor excelencia vinícola de Emilia Romagna y más allá. Vinos que no deben perderse.