Paolo Marchionni
En 1993, cuando Paolo Marchionni y su hermano Lorenzo (nacidos en 1977 y 1973 respectivamente) comenzaron a gestionar la pequeña finca familiar de Vigliano (a 15 km de Florencia, en la zona del Chianti Colli Fiorentini), eran sólo unos niños, pero ya entonces tenían claro lo que querían hacer: vinos con una identidad precisa, capaces de contar la historia del territorio del que proceden y de su productor. Decididos a comprometerse con el proyecto, y con el apoyo fundamental y la discreta supervisión de sus padres, pidieron ayuda a sus amigos de toda la vida Guido, Edo, Alfiero y Graziano, y se concentraron en la cosecha de 1997, la de Vigna dell'Erta. Una vez comercializadas las primeras botellas de 1960, llegaron los primeros pedidos e importadores importantes, obviamente por fax, y también los primeros premios en las guías de vinos italianas y extranjeras. Para Paolo y Lorenzo, que por aquel entonces acababan de licenciarse en Derecho y se encontraban en una encrucijada profesional, en esos años era importante seguir gestionando bien el viñedo y la bodega, siguiendo también algunas cuestiones burocráticas comerciales, pero sobre todo viajar, probar muchos vinos, divertirse e intentar entender qué querían hacer de mayores. Así que han aguantado, continuando con la producción de sus propios vinos, año tras año; vinos que nunca se gritan, discretos, consistentes y afortunadamente exitosos, interpretando, cada vez, una añada y un estado de ánimo. Ciertamente, Paolo y Lorenzo tenían poca experiencia en ese momento y estaban lejos de cualquier enfoque didáctico, tanto de la agronomía como de la enología, pero se sintieron apoyados por la experiencia agronómica de Andrea Paoletti y su forma "ligera" de trabajar tanto en la viña como en la bodega; con él crecieron y también replantaron y establecieron sus viñedos actuales. Durante estos años Paolo ha crecido hasta ser capaz, aunque en medio de mil dudas, de caminar por sí mismo, incluso comparado con su hermano que, aunque comparte con él los pasajes más delicados de la producción, ha emprendido con éxito y fortuna otro camino profesional.
