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Panizzi

La Toscana es una de las regiones italianas en las que el vino puede adoptar características de identidad muy marcadas, según la zona geográfica, capaces de relatar fielmente el terruño de origen. El territorio de San Gimignano no es una excepción, una zona caracterizada por un clima típicamente mediterráneo y situada en su totalidad entre 200 y 400 metros sobre el nivel del mar.
Nos encontramos en una zona que siempre ha tenido una gran vocación vitivinícola, donde es posible encontrar varias bodegas de valor; entre ellas destaca sin duda Panizzi, una realidad fundada en 1989 y desde entonces impulsada con determinación a la producción de vinos de identidad y calidad.
A la luz de esta filosofía, Panizzi basa todos sus protocolos de producción en el respeto al consumidor y al medio ambiente. En el viñedo no se utilizan abonos químicos, herbicidas ni pesticidas; se utiliza abono verde para mejorar la fertilidad de cada viñedo y se aprovecha la biomasa residual de la cosecha. Además, se da gran importancia a la edad de cada una de las cepas, que crecen a un ritmo natural, alcanzando edades avanzadas y raíces muy profundas, capaces de contar el alma más verdadera de cada viñedo. A partir de la cosecha de 2020, todos los viñedos -Santa Margherita, Larniano, Lazzeretto, Montagnana y Seggiano- están certificados como 100% ecológicos.
El centro de la producción, que cuenta con 60 hectáreas de viñedos, es la Vernaccia, pero también cultivan Sangiovese, Cabernet Sauvignon, Merlot y Pinot Noir, mientras que en las laderas del Monte Amiata experimentan con variedades de uva blanca como Gewurztraminer, Semillon y Sauvignon Blanc. En la actualidad, la bodega Panizzi produce diez etiquetas en las que, junto a la Vernaccia -en tres expresiones diferentes, incluida una Riserva-, encontramos dos Chianti dei Colli Senesi, dos expresiones de San Gimignano DOC y un Passito. Botellas con un perfil auténtico y territorial, una perfecta representación de la unión entre la vid y el territorio.