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Moët & Chandon

Todo comenzó en 1743, cuando Claude Moët fundó una Maison a su nombre tras una larga experiencia primero como viñador y luego como bodeguero. El éxito fue inmediato, hasta el punto de que en poco tiempo el champán Moët se convirtió en el más popular de la corte del rey de Francia. El crecimiento continuó con su nieto Jean Remy, que compró nuevos terrenos, amplió las bodegas y construyó una verdadera red comercial. Dejó la dirección de Moët a su hijo Victor y a su yerno Pierre Gabriel Chandon, de quien deriva el nombre actual de la Maison. Sin embargo, fue en el siglo XX cuando la bodega se impuso como líder de toda la denominación de Champagne, proyectando un crecimiento que llevó primero a la adquisición de Ruinart y Lanson, y poco después a la fusión con Hennessy, hasta el nacimiento del mayor grupo de lujo del mundo, el actual LVMH. Un grupo que es el único que está presente en todos los sectores más importantes del mercado del lujo: moda y marroquinería, cosméticos y perfumes, relojes y joyas, y vinos y licores.
Y así volvemos a la Maison Moët & Chandon, donde, siguiendo la estela del espíritu pionero de su fundador, el savoir-faire y el saber hacer se transmiten de generación en generación, para una marca que hoy, con algo menos de 1.200 hectáreas de viñedo -clasificadas como Grand Cru en un 50% y Premier Cru en un 25%- posee la mayor superficie de viñedo de toda la región de Champagne. Luego están las bodegas, que se extienden a lo largo de más de 28 kilómetros, formando una especie de laberinto subterráneo, donde el champán Moët & Chandon cobra vida gracias a las condiciones óptimas de temperatura y humedad.
Del Brut "Cuvée Impérial", la mezcla emblemática de la marca y la expresión más profunda de la Casa, pasamos a la última creación de Moët & Chandon, el "Moët Ice Impérial", el primer Champagne diseñado para ser disfrutado con hielo. Una larga tradición, en definitiva, hecha de logros, récords e innovaciones, que han hecho de Moët & Chandon un sinónimo del propio Champagne, y que han convertido a la Maison en un símbolo de historia, gusto y placer contemporáneo, en un equilibrio inimitable que se mantiene desde hace más de 270 años.