Librandi

Es imposible hablar de Calabria y sus vinos sin mencionar la más importante y representativa de sus bodegas: Librandi. Esta bodega fue fundada en los años 50 y a lo largo de las décadas ha llevado los sabores de Cirò al mundo, dando a conocer no sólo su belleza sino también, y sobre todo, sus variedades más típicas. Es aquí, por ejemplo, donde la gaglioppo, la más importante de las uvas autóctonas de la zona, es capaz de expresarse al máximo, produciendo vinos fragantes y finos. No sólo eso, sino que la zona del Cirò Classico, frente al mar y al abrigo de las montañas, ha demostrado ser ideal para el cultivo de la vid, por lo que todos los vinos de Librandi destacan por su equilibrio y elegancia. Una tradición que se perpetúa en el tiempo gracias a la especial atención que se presta al viñedo y a la continua búsqueda de la calidad en todos sus aspectos.
Así que nos encontramos directamente en Val di Neto, concretamente en Cirò Marina, en la provincia de Crotone: aquí es donde se encuentran las más de 230 hectáreas de viñedos de la bodega Librandi, que dan lugar a una producción que supera los dos millones de botellas al año. Viñedos por doquier, y luego inversiones en investigación y experimentación, con el objetivo de valorizar tanto las variedades internacionales como las autóctonas y las menores.
Entre las hileras de la empresa se encuentra lo que los Librandis llaman el "laberinto", formado por círculos concéntricos como una especie de espiral, en el que reviven antiguos clones de uva que ya no existen. A continuación, se pasa a la bodega, donde las más antiguas tradiciones locales siguen perpetuándose día a día, flanqueadas por las más modernas tecnologías enológicas.
No hay secretos, pero sí mucha pasión por su trabajo y por su tierra: esto es lo que hay detrás de etiquetas como "Duca San Felice" o "Asylia", "Critone" o "Efeso". Vinos que llevan el nombre de Librandi, sinónimo indiscutible de la que es, sin duda, la mejor viticultura de Calabria en estos momentos.