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La Sibilla

La bodega La Sibilla está situada en la provincia de Nápoles, en el corazón de los Campi Flegrei y a un paso del Antro della Sibilla Cumana. Esta bodega debe sus orígenes a la familia Di Meo y, en particular, a uno de sus antepasados, que decidió trasladarse aquí hace más de cien años y empezar a cultivar viñas.
Hoy en día, La Sibilla cuenta con unas 10 hectáreas de viñedo; en los viñedos hay cepas centenarias de Falanghina y Piedirosso autóctonas que se aferran, según la tradición, a estacas de castaño y siguen en plena producción.
La familia Di Meo, depositaria de un patrimonio enológico transmitido de generación en generación, cultiva sus viñedos, siempre impulsada por la pasión por la tierra y sus productos; además, en los dos últimos años, Vincenzo Di Meo, el enólogo trotamundos que actualmente dirige la empresa, ha empezado a recuperar también otras cepas autóctonas como la 'a livella, la 'a surcella y la 'a marsigliese: el objetivo primordial es siempre producir vinos con el sabor y el gusto del pasado, haciendo que las antiguas tradiciones sean las protagonistas, junto con la tecnología moderna.
Las viñas, cultivadas en suelos arenosos de origen volcánico e inmunes a la filoxera, son un auténtico museo vegetal. Divididos en dos cuerpos principales, el primero cerca de la bodega y el segundo cerca de la villa romana, conocida como Villa del César, en el Oasis Natural del WWF, producen excelentes vinos con características distintivas, preservando la tierra y, a veces, salvándola del abandono y la ocupación.
Siguiendo la vocación de la tierra y amando el trabajo en la viña, La Sibilla produce vinos con una fuerte personalidad, que se aprecian precisamente porque nunca son iguales, salvo en la calidad. Siempre frescos, fragantes y maravillosamente expresivos, estos vinos son los mejores embajadores posibles de un territorio aún por descubrir, donde sólo la tradición, la estacionalidad, los valores y el conocimiento dan ritmo a la vida.